Resulta sorprendente poder definir unos cuartos de final de un Masters 1000 entre el número 2 del mundo y el número 5, como un encuentr sin historia, pero en el caso del enfrentamiento que ha medido a Federer y Berdych en Roma, puede hacerse sin miedo a la equivocación. Y es que el checo solo estuvo al nivel requerido para poner en aprietos al suizo, durante el primer tramo del encuentro, diluyéndose poco a poco y viéndose sometido al talento de Federer.

De más a menos el checo en el partido

Comenzó muy bien Berdych. Con confianza tras el duro partido que ganó ayer ante Fognini y la esperanza de alcanzar las segundas semifinales consecutivas de Masters 1000, tras las logradas en Madrid hace apenas una semana. Era un duelo de igual a igual, y en el que Berdych cuando cogía la iniciativa con la derecha, dominaba la situación.

Pero esto duró cuatro juegos. Con 3-1 en el marcador, la maquinaria suiza comenzó a carburar y ya no hubo quien la parara. Dio la vuelta a la tortilla totalmente Federer, con un buen nivel de primeros saques y variando mucho las alturas y velocidades. Los nervios parecieron atenazar a Berdych, que no era capaz de atacar la pelota con garantías de éxito en los últimos dos juegos. Roger percibió la situación y se limitó a meter bolas dentro para imponerse por 6-3.

No tuvo ni una bola de break en el segundo set Berdych

Berdych se quejaba de que la pista estaba demasiado húmeda, del sonido que hacían los fotógrafos al disparar sus cámaras...todo menos estar enfocado en el partido. La frescura abandonó sus piernas, que parecieron acusar el encuentro de octavos de final, y en el séptimo juego del segundo set, logró Federer dar un el golpe definitivo al encuentro. Jugando con el checo, atrayéndole a la red, pasándole, jugando con cortados y subiendo él a volear. Fue un despliegue de tenis polivalente lo que mostró el helvético durante todo el segundo set, y aún más, en los últimos tres juegos.

El suizo ha perdido tres finales del torneo romano

Con otro 6-3, certificaba Federer su pase a las semifinales de un torneo que nunca ha logrado ganar. El año pasado cayó en segunda ronda ante Chardy, por lo que no serán pocos los puntos que sume en el ránking pase lo que pase de aquí al final de la semana. Pero Roger quiere más; cualquiera de sus dos potenciales rivales en dichas semifinales le motivan, aunque ver un nuevo duelo entre el suizo y Nadal, no está exento de morbo e ilusión por parte del mundo del tenis. ¿Habrá un nuevo episodio de una de las rivales deportivas más sanas y apasionantes de la historia?