Carla Suárez ha vuelto a quedarse a las puertas. Después de caer en su primera final Premier Mandatory en Miami el pasado mes de marzo ante toda una Serena Williams, la canaria se presentaba en la segunda final más importante de su carrera en el Foro Itálico de Roma. Su rival, en esta ocasión, no sería la americana, retirada antes de disputar su partido de octavos de final ante su compatriota Christina McHale. Ante ella se erigía la figura elegante de Maria Sharapova, la eterna sensación del circuito femenino, quien se había topado con un cuadro más favorable de lo previsto, teniendo incluso la oportunidad de enfrentarse a una qualy como Daria Gavrilova en semifinales.

La trayectoria de Carla hacia la final había sido tan impecable como llena de desgaste. En su lista de victorias se acumulaban nombres como el de Eugénie Bouchard, la gran promesa del circuito WTA; Petra Kvitova, recién alzada campeona en Madrid; o Simona Halep, toda una número dos del mundo. Una confirmación de la espectacular temporada realizada por la canaria, catapultada ya al octavo puesto de la clasificación WTA y cuarta en la race anual. Su juego, fluido y delicado, desmontaba la potencia de cada una de sus rivales, todas ellas desquiciadas, sin alternativas, enjauladas.

Se desata la batalla

El partido ante Sharapova comenzaba con Carla Suárez muy metida en la pista y con la rusa cometiendo demasiados errores como para poder plantar cara. Carla golpeaba firme, con una solidez propia de una campeona, repartiendo juego con la derecha y atacando con su elegante revés a una mano. De esta forma llegaba la primera oportunidad de break para la española, que la firmaba sin contemplaciones y sentaba una ventaja relativa en el marcador. Su servicio, sin embargo, muy distante de ser su arma más fiable, era un clavo demasiado feble al que agarrarse.

Con 5-3 en el marcador y Sharapova al saque, la rusa era consciente de que todas sus posibilidades de dar la vuelta al marcador del parcial pasaban por mantener su servicio y atacar con fiereza al saque de la canaria. Sin embargo, Carla volvía a colocarse con oportunidades de break. Sharapova sufría, se desesperaba, enviaba palos fuera constantemente y apenas conseguía mantenerse en intercambios de larga duración. Carla dominaba el partido. Pese a todo, Sharapova resurgía de entre sus propias cenizas para ejecutar tres saques potentes consecutivos y mantenerse en el parcial. Todo volvía a pasar por el saque de una Carla Suárez que encarnaba el más puro reflejo de la regularidad.

Sharapova saltaba a la arcilla sabiendo que no tenía nada que perder. Con varios winners desbocados, la rusa se colocaba con un 15-40 imponente que ponía a la canaria contra las cuerdas. Sin embargo, Carla tenía todavía muchas cosas por decir. Con una consistencia brutal, la española recuperaba la distancia en el marcador y le daba la vuelta de forma magistral, sin apenas cometer errores, obligando a la rusa a jugárselas y moviéndola por el fondo, algo que no dejaba de hacer daño a Sharapova. Carla Suárez lograba cerrar el set. 6-4 y a seguir peleando. En el descanso, en una conversación con su entrenador Xavier Budó, Carla reconocía sentirse completamente exhausta. Su entrenador la animaba: "A tu mejor nivel eres la mejor del mundo en tierra. Hay muchas opciones, sólo tienes que seguir moviéndola".

Se giran las tornas

Al inicio del segundo parcial, Sharapova saltaba desatada a la pista. Su golpeo se hacía más plano y su cuerpo comenzaba a inclinarse con mayor acierto sobre la pelota. Carla empezaba a denotar cierta pesadez en sus movimientos. En consonancia con esta tónica, la rusa no tardó en penetrar en el servicio de la española. Con una derecha bestial, Sharapova desmontaba a Carla y se colocaba con 3-1 y saque para encaminarse hacia un teórico tercer parcial en el que sería favorita. Pero Carla no había dicho todavía su última palabra. En el inmediato servicio de Sharapova, la canaria lograba un importantísimo contrabreak para el devenir el partido.

Con 4-3 para Sharapova, el saque de Carla volvía a tambalearse. La rusa incidía una y otra vez sobre su segundo servicio, golpeando con una fuerza descomunal y obligando a la canaria a defenderse sin opción de tomar el liderazgo en los intercambios. Así caía un nuevo break del lado de Maria Sharapova. Con 5-3 y servicio, todo indicaba que el partido se dirigía irremediablemente a una tercera manga en la que una cansadísima Carla apenas tendría posibilidades ante una Sharapova que continuaba en su impecable línea ascendente.

Carla Suárez, sabiendo que todas sus posibilidades pasaban por llevarse el segundo set y con su respiración agonizando, se abalanzó de inmediato sobre el saque de la rusa, que tomó esta ofensiva de forma perpleja. Suárez volvía a devolver la rotura a Sharapova. Y de nuevo a defender su servicio. Una vez más, la canaria se aferraba a él salvando pelotas de break y batallando de forma épica. Con 5-5, sin embargo, Sharapova dio la machada. Arrasó en su saque y se llevó el resto en blanco. Carla no podía más. El tercer set parecía un enorme océano que debía atravesar a nado. Xavier Budó volvía a animarla diciéndole que sus esfuerzos tenían ya sólo que focalizarse a corto plazo. Pero la realidad era otra.

Al comienzo del tercer parcial, Carla dio un golpe sobre la mesa que se quedaría en un tímido oasis. Una rotura de servicio que la ponía con 1-0 y saque y que supondría el último juego ganado por la canaria en todo el partido. A partir de ahí, Sharapova aplastaba. Seis juegos consecutivos en los que no cedía ni una opción a su rival, una Carla exhausta, que no podía más, que no era capaz ni de vencer en su propio territorio: los intercambios largos. Sharapova avasallaba y se dirigía sonriente a un título que Carla despejó para ella. La rusa se colocaba, de esta forma, segunda en la clasificación WTA superando a Simona Halep. La gloria, al menos de momento, deberá seguir esperando para una Carla Suárez que cada vez se queda más cerca de alcanzarla.

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Sobre el autor
Adrián Viéitez
Periodista vigués. Colaboré con la edición española de VAVEL.com entre abril de 2013 y enero de 2016, cubriendo la información del Celta de Vigo. Además, colaboré asiduamente con as secciones de Tenis, Premier League y Cine.