Tomaz Bellucci no podría en mejores condiciones a la segunda gran cita del año, Roland Garros. Tras conseguir el cuarto título de su carrera profesional -todos ellos sobre arcilla- y confirmar su gran estado de forma, el brasileño vuelve al top-50 del ranking ATP. El de Tiete se impuso al portugués João Sousa 7-6 (4), 6-4 y se alzó con el trofeo del primer ATP 250 de Ginebra desde 1991, año en el que fue relegado a la categoría de Challenguer.

Por primera vez en sus carreras, el brasileño y el portugués se medían frente a frente. Y no podían haber elegido mejor escenario, ni mejor momento: Ginebra se vestía de gala para dar la bienvenida a un evento ATP 24 años después y se erigía como la antesala a Roland Garros. Tomaz Bellucci y João Sousa -después de doblegar en semifinales al colombiano Santiago Giraldo y al argentino Federico Delbonis, respectivamente- serían los encargados de cerrar el telón a esta edición inagural del torneo suizo. No defraudaron.

Bellucci domina, pero sufre para cerrar el set

Como no podía ser de otro modo, una final entre dos especialistas en la superficie acabó decidiéndose por los detalles. Fue Bellucci quien comenzó más agresivo y concentrado, quebrando el servicio de Sousa en el juego incial del encuentro. Muy solvente, apoyado en un gran servicio que ha estado luciendo a lo largo de la semana, el brasileño se apuntó el juego en blanco la confirmación del break. 2-0 arriba.

Bellucci cobró ventaja en dos ocasiones, pero falló a la hora de cerrar el set. El tie-break decidió la primera manga João Sousa, superado durante el inicio, reaccionó con su saque y estrenó su casillero. En el juego siguiente, llegó la primera oportunidad de break del portugués para igualar la contienda. Pero la ansiedad le jugó una mala pasada: bola fuera y 3-1 para el brasileño que seguía mandando en el marcador.

Sin embargo, João Sousa no desperdició la segunda bola de break que concedió el brasileño cuando se encontraba 3-2 arriba. Sousa quebraba y devolvía las tablas al marcador. 3-3.

Poco le duró la alegría al portugués, quien no logró confirmar la rotura y cedió su servicio. El brasileño, tomaba la iniciativa por segunda vez. Bellucci, con 4-3 arriba y servicio, tenía la primera manga en la punta de los dedos. Pero aún había que cerrar la mano.

Con saque para sellar el set (5-4) y 40-0, Bellucci, aliado incluso con la red, desperdiciaba incomprensiblemente tres bolas de set para finalmente, acabar cediendo su servicio. Sousa rugía tras igualar la manga y colocarse 6-5 arriba, amén de un juego en blanco. Nueve puntos consecutivos que dejaron grogi al brasileño.

La última palabra no estaba dicha. Tomaz Bellucci, tras perder diez puntos consecutivos, despertó a tiempo para mandar el parcial al tie-break. Sousa golpeaba primero tras solventar su servicio y Sousa desperdició dos minibreaks iniciales (0-3) y Bellucci reaccionó con cinco puntos consecutivosconseguir dos minibreaks consecutivos. Pero Bellucci, con más fe que tenis, dio la vuelta al marcador con cinco puntos consecutivos (5-3), break incluido. Y cuando le llegó de nuevo el turno de sellar la manga al servicio, no perdonó. 7-4, Bellucci se anotaba el primer set de la final.

Sousa se derrumba 

João Sousa, dolido tras haber perdido el primer parcial, pero habiéndolo despedido con buenas sensaciones, salió del descanso dispuesto a la remontada. Fruto de ello fue el break incicial que se apuntó.

El portugués, ahora sí dominando a su contrincante, mantuvo la ventaja hasta el octavo (4-3 arriba) juego del set, cuando Bellucci lograba quebrar su servicio después de ir 40-0 abajo. Golpe anímino para el luso del que no fue capaz de reponerse.

El brasileño confirmaba la rotura y se colocaba 5-4 arriba al resto, por primera vez mandando en el segundo set. Pero la João Sousa se derrumbó en el tramo final del encuentro: pasó del 4-2 a favor, a perder la segunda manga 6-4.cabeza de Sousa aún seguía lamentándose por el break anterior. Sin tiempo para digerir el mazazo, llegaban las primeras bolas de partido para Bellucci, quien cantó el alirón a la segunda oportunidad. Cuatro juegos consecutivos que terminaron por derrumbar la resistencia del portugués: 7-6 y 6-4.

De esta forma, el brasileño se alzó con el cuarto título de su trayectoria tras hacer lo propio en Gstaad (2009 y 2012) y Santiago de Chile (2010). Por si fuera poco, el braisleño escala veinte poosiciones y vuelve al top-50 del ranking ATP: consagración del gran momento de forma que vive. Dosis extra de confianza para afrontar el segundo Grand Slam del año, Roland Garros.