Tras caer eliminado en Cuartos de Final del Masters 1000 de Roma ante el serbio Novak Djokovic por 6-3, 3-6 y 6-1, el japonés Kei Nishikori comparecía en la primera ronda de Roland Garros para medirse al francés Paul-Henri Mathieu, que llegaba después de participar en el Challenger de Burdeos, cayendo derrotado ante el español Roberto Carballés por abandono estando 5-5 en el marcador.

Nishikori comienza apretando

París siempre es cuna de buenos tenistas y de dificultad máxima, por lo que Nishikori arrancaba el partido con intensidad buscando jugar rápido ante Mathieu, quien poco más que defenderse podía hacer en el encuentro. Una rotura de saque haría que el tenista japonés encarrilara la manga para terminar llevándosela por un certero 6-3.

Quedaría ni más ni menos que un set por delante para que el partido llegara a su fin, ya que el japonés Kei Nishikori tan sólo permitía que su rival subiera un juego al marcador, encadenado rotura tras rotura hasta llevarse el tercer parcial por un rápido 6-1, y por ende el partido por 6-3, 7-5 y 6-1 accediendo a la segunda ronda del torneo parisino.