Más de trece horas de alegrías, de remontadas, de sueños, de una terquedad sin límites por abandonar la arcilla parisina, hoy dieron a su fin. La ofuscación del tenista de Milan por no caer hoy no fue más grande que la potencia de Marin Cilic

A pesar de todo, volvió a mostrar que la ilusión mueve al mundo, y es que el tenista 187 ATP le jugó de tú a tú al vigente campeón del US Open en un primer set de ensueño para él. Dicen que Roland Garros siempre deja historias para el recuerdo y, sin duda alguna, en esta edición eso tiene nombre y apellido italiano: Andrea Arnaboldi.

Arnaboldi sorprende y Cilic machaca

El partido empezó sorprendentemente igualado. Incluso se podría llegar a decir que con el milanés un punto por delante. Arnaboldi hacía sufrir al servicio al croata y apenas sufría cuando le tocaba a él servir. La zurda del italiano funcionaba ante un Cilic que aún no había calentado motores.

Arnaboldi erró en dos puntos -bola de break y otra de set- claves en el devenir del duelo

Tanta era la rebeldía del número 187 ATP que tan solo concedió 7 puntos a Cilic al resto y, por si fuera poco, dispuso de hasta dos bolas de break -una de ellas, a su vez, de set-. Dos puntos claves que pudieron cambiar el transcurso del partido, pero que fueron solventados con dos grandes saques y dos desafortunados restos.

Y todo acabó en el tiebreak, hasta el partido. Una doble falta del italiano cuando el desempate llegaba a su punto álgido fue el detonante de un primer set que Cilic cerró con un inapleable ace (7-6).

Un tiebreak que finiquitó la primera manga y, con ella, las ilusiones y las fuerzas de Arnaboldi por volver a hacer algo grande. Los siguientes dos sets tuvieron la historia que tuvieron que tener desde un principio, donde la garra y la zurda del transalpino lo evitaron.

Cilic se pone serio

Marin Cilic se puso serio, dejó a un lado su versión más gris y volvió a la mostrada en su anterior partido ante Robin Haase. El físico del italiano dijo basta y con él, se fue su magia. Así, la potencia del croata superaba por completo a un Andrea Arnaboldi totalmente mermado físicamente ya (6-1).

Llegaba el tercer set, y con él la zona de confort de Arnaboldi en días pasados. El momento donde gestaba sus grandes remontadas, su mejor tenis, sino que se lo cuenten al pobre de Duckworth. Pero hoy no era ese día, hoy había un Top-10 delante que no estaba para bromas.

Entonces, Arnaboldi optó por una táctica suicida, saque y volea, intentando acortar los puntos ante su debilidad desde el fondo de la pista y en lo físico. Con un arsenal de passings, el croata le endosó un parcial de 4 juegos a 0 que enterraba cualquier atisbo de ilusión de Andrea y con ellos, finiquitaba su segundo partido en tierras parisinas (6-1).

Con la cabeza bien alta, consciente de su buen cupo de gestas, Arnaboldi salía derrotado de la pista Nº2, pero consciente de que para él era el ganador de este torneo. ¡Qué bueno que viniste, Andrea!

VAVEL Logo