El máximo aspirante para llevarse el torneo antes de que comenzara, salió sin problemas de la primera cita ante Jarkko Nieminen, aunque en algún momento tuvo que sufrir. En siguiente ronda, prácticamente se esperaba un partido de trámite. Gilles Muller, con pocas armas para jugar en tierra batida había vencido a un Paolo Lorenzi que venía de jugar en pista dura durante la última semana en un torneo challenger donde se proclamó campeón.

Un primer set sin historia

El luxemburgués, quería que los puntos fueran de poquísimos intercambios ya que se veía muy inferior con Djokovic desde el fondo. Para ello, debería de meter unos saques muy buenos y obligar al número uno mundial para que no se recuperara. Sin embargo, eso no pudo ser ya que el serbio no quería sorpresas y comenzó concentrado.

Básicamente metió bolas y esperaba al error de Gilles ya que quería buscar el golpe ganador sin apenas trabajarlo. Las dos roturas, vinieron seguidas y se colocó con 5-1 y saque. Además, estaba metiendo muchos primeros y eso le hacía tener muchos puntos a favor cuando le tocaba poner la primera bola en juego. El set no tuvo prácticamente historia y finalizó con 6-1.

Djokovic siente alguna molestia

Un primer juego, donde el número uno se desconcentró, Gilles Muller, tuvo la opción de irse arriba en el marcador. Sin embargo, no pudo aprovecharlo gracias a los buenos primeros servicios de Nole. Era muy superior en todos los aspectos de juego y poniendo de nuevo la máquina en marcha se adjudicó el break del segundo set.

Estaba realizando bastantes estiramientos como si de alguna molestia se tratara. La intriga en aquel momento era el saber que podía tener Djokovic ya que en la arcilla parisina parecía no haber batalla. Antes de sacar por el set, se decantó en pedir la asistencia médica y parecía que sus dolores se encontraban cerca de la cadera aunque más tirando hacía la pierna derecha. Siguió jugando el partido y cerró el segundo parcial por 6-4.

Las molestias habían parecido desaparecer del cuerpo de Djokovic, gracias a la mano del fisioterapeuta. Nada más comenzar, rompió el servicio de Muller, algo que a esas alturas del partido no era nada nuevo. Aún estando con el partido tan controlado, el número uno mundial  se encontraba muy ambicioso ya que en cada error no forzado le acompañaba un grito.

Gilles Muller, tuvo el honor al fin de romper el saque de su rival. Fue en un juego donde Nole realizó lo más inocente del torneo. Una bola que iba claramente fuera desde la línea de fondo, puso la raqueta donde iba a botar y tocó su herramienta de trabajo. Por parte del luxemburgués, esa rotura no le valió mucho porque el número uno había obtenido otro break.

Mantuvo, la rotura de servicio y logró cerrar el tercer también en 6-4. El partido apenas llegó a la hora y 50 minutos. Con este triunfo el serbio avanzó a una ronda donde un joven que viene apretando fuerte será su rival, se trata del joven australiano Thannasi Kokkinakis que venció a su compatriota Bernard Tomic por 8-6 en el quinto. Se espera un partido apasionante, veremos de lo que es capaz la perla oceánica.