Sara Errani, número 17 WTA, tiene la gran virtud de no rendirse bajo ninguna circunstancia. Y menos en su intento de conquistar París. Rozó la proeza en 2012 cuando llegó a la final de aquella edición, pero que terminó siendo eliminada por Sharapova

Ante ella, Petkovic. La tenista alemana llegaba a Roland Garros tras sufrir unas pequeñas molestias en Madrid, que le impidieron competir en Núremberg. Un duelo que ya se disputó la edición pasada y que el resultado favoreció a la alemana.

Sin embargo, en esta ocasión las cosas cambiarían y poco pudo hacer Petkovic ante el gran nivel que mostró Errani durante los dos sets para terminar venciendo por 3-6 y 3-6.

Nervios al saque

El primer set se convirtió en una locura de imprecisiones, errores no forzados, golpes inoportunos y servicios mal ejecutados. El choque se inauguró con un break favorable a Sara Errani. Poco le duraría la alegría al perder la ventaja en el siguiente juego.

Parecía que se serenaba Petkovic con el saque, todo lo contrario a la tenista italiana que se veía obligada a salvar dos bolas de rotura para mantener el empate en el marcador. No obstante, los siguientes juegos serían de continuos golpes erráticos que permitían al restador llevarse el juego. Así ocurrió hasta que Errani ganó su saque y puso el 3-5 en el marcador. No tardaría en cerrar la manga volviendo a romper el servicio a la tenista alemana.

Un partido de temple

La segunda manga parecía idéntica en su comienzo con las sacadoras sufriendo y Errani ganado ventaja gracias a su calma y experiencia. De esta forma, tras salvar tres bolas de break en contra, rompió el servicio en su primera oportunidad para poner el marcador en 0-2.

Los servicios parecían más regulares y otra vez Petkovic daba sensaciones de tener más controlado esta parte del juego. De esta forma, esperó y encontró el momento oportuno de lanzar una derecha ganadora para romper el servicio de la italiana.

Cuando parecía que las tendencias cambiaban a favor de la alemana no pudo mantener su saquey volvió a ceder a Errani la opción de sacar para llevarse el partido. Un saque que solventó sin problemas para seguir en París y conseguir la revancha personal.

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Sobre el autor
David Sánchez Fabregat
Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid.