Otra ejemplo de la motivación que produce para los franceses disputar Roland Garros. Chardy realizó un tenis de campeón para pasar por encima como un rodillo a Goffin. Los golpes ganadores se fueron sucediendo hasta que terminó venciendo por 3-6, 4-6 y 2-6.

Primer set de incertidumbre

El partido comenzó bien para el belga que rompía el saque pronto y estaba dando una sensación de superioridad sobre su rival. No obstante, tras esa rotura el público despertó para no cesar de animar a su compatriota en la pista. Chardy se vino arriba y rompió los dos servicios siguientes de Goffin.

En este no se quedaría atrás y pegando golpes altos para que el bote molestara al francés consiguió recuperar el quiebre y sacar para empatar. Se volvió a producir la situación anterior y el galo culminó otra rotura de manera inmediata para terminar cerrando la manga con su servicio.

Chardy saca el rodillo

El segundo y tercer set no tuvieron mucha historia. En el segundo set tuvo menos importancia la irregularidad, y el saque pasó a ser más cómodo para ambos tenistas. Todo hacía señalar que la segunda manga se marcharía al tie-break, sin embargo, Chardy lo evitó en un juego al resto casi perfecto donde aprovechó el efecto de los saques de Goffin para darle el golpe correcto en ese momento. Una rotura que le sirvió para llevarse la segunda manga.

Menos historia tendría la tercera manga, donde el tenista belga perdía su servicio en el primer juego y no daba sensaciones de estar bien anímicamente como para recuperar el quiebre. El partido se iba a cercando su fin con cada juego que discurría, pero el francés lo aceleró rompiendo de nuevo el servicio, con un juego en blanco, y teniendo saque para llevarse el partido. Un servicio que solventó con facilidad para seguir adelante en París.