No era un domingo cualquiera. Algo diferente se sentía mientras el fuerte viento golpeaba el rostro de los allí presentes. La arcilla, en un estado de perfección, parecía dibujada por el mejor de los pínceles. Sobre ella, dos colosos que parecían personajes de una película de serie 'B' preparados para iniciar una dura batalla sobre la bella París.

Ambos tenistas tenían a su alcance entrar en los libros de historia de Roland Garros

No era una final más en la larga historia del torneo. Ambos tenistas tenían a su alcance entrar en los libros de historia de Roland Garros. Tres horas y quince minutos duró el combate. Una lucha que dejaba anonadado a todo el público presente en la Chatrier en cada juego que se disputaba. Los peloteos rozaban la perfección y algunos golpes se quedaron grabados en la retina del aficionado al tenis.

Foto: AP.

Wawrinka se atrevía a hacer golpes por el exterior de la red para levantar a cada uno de los presentes y a toda la gente que se encontraba viendo el choque desde casa. Estaba siendo un combate ilustre, un encuentro para recordar la grandeza de este deporte.

Al final, el tenista suizo bajó a la Tierra y humanizó a la bestia serbia. Una bestia que volvía a perder en su intento de aumentar su reinado y tener el control del Grand Slam de tierra.

Wawrinka con el trofeo de Roland Garros. Foto: AFP.

De esta manera, Stanislas Wawrinka entraba en la historia como el sexto jinete de París que conseguía saborear Roland Garros en la categoría junior y como profesional. El tenista suizo consiguió hacerse con el trofeo en la categoría junior en 2003 derrotando en la final a Brian Baker. Un hito que acompaña junto a otros cinco tenistas: Ken Rosewall, Roy Emerson, Andrés Gimeno, Ivan Lendl y Mats Wilander.

Ken Rosewall

Kenneth Robert Rosewall es considerado uno de los mejores tenistas australianos en la historia del tenis. Fue uno de los pioneros del revés, golpe con el que se hizo un hueco en la historia. Todo ello a que a pesar de ser un jugador zurdo, su padre le obligó a jugar con la derecha. este hecho provocó que tuviera un revés potente y fuera el golpe que más gustara al australiano. Además, es el único tenista que logró ganar títulos Pro Grand Slam de manera consecutiva (desde 1962-1963) en las tres superficies. Asimismo, Rosewall se convirtió en el primer tenista en ganar un Grand Slam sin ceder un set (Abierto de Australia -1971).

Foto: Daily Telegraph.

Un jugador muy precoz en saborear el triunfo, Rosewall con 16 años logró alzarse con el torneo de Mainly. Una victoria que le daría fuerza para hacerse un hueco en los Grand Slams Junior. Sería en 1952 cuando el australiano conseguiría su victoria en Roland Garros en dicha categoría. Su salto a ganar Roland Garros en categoría reina no se haría esperar y, un año después, Rosewall daría un golpe sobre la mesa venciendo en Australia y Francia. En el escenario galo venció en la final al estadounidense Victor Elias Seixas por 6-3, 6-4, 1-6 y 6-2.

No sería la única nota positiva en tierras parisinas, ya que en dobles conseguiría el trofeo junto a Lew Hoad. Ambos tenistas han sido considerados como una de las diez mejores parejas en la historia del tenis. En esa final, los australianos se impusieron a sus compatriotas Mervyn Rose y Clive Wilderspin por con contundente 6-2, 6-1 y 6-1. Una pareja que ganaría el torneo de Francia también en 1956. Los dos tenistas se pasarían a llamar 'los mellizos de oro en polvo'.

Hoad terminaría convirtiéndose en una de sus mayores amigos y rivales, ya que Rosewall perdería dos torneos a manos de su compañero de dobles. Una venganza que culminaría con una victoria para él en el U.S. Championship en 1956.

Así, el tenista no pudo competir entre 1957 y 1967 en los Grand Slam, debido a que estaban reservados para los tenistas amateurs. Su nombre volvería a aparecer en los libros de historia de Roland Garros en 1968. Pese a su avanzada edad logró cambiar su juego físico desde el fondo de la pista a un tenis de más calidad en la red. Con ello logró vencer en la final a la nueva promesa aussie, Rod Laver, por 6-3, 6-1, 2-6 y 6-2.

Ken Rosewall y Rod Laver en la final de 1968. Foto: Tennis Archive.

Roy Emerson

Roy Stanley Emerson vivió la separación entre el tenis amateur y el tenis profesional en la bando contrario a Ken Rosewall. Emerson fue el mayor exponente del tenis amateur en la década de los sesenta. Por ello, en muchas listas históricas se encuentra eclipsado por este hecho, ya que en aquella época el tenis profesional tenía un mayor nivel que el amateur.

Sin embargo, el tenista australiano es el único jugador en la historia en haber conseguido los cuatro Grand Slam tanto en categoría individual como en la disciplina de dobles.

Roy Emerson ganó sobre la arcilla francesa en categoría junior en 1954, dos años después que Rosewall. Un escenario donde saborearía el triunfo en varias ocasiones como amateur, ya que hasta la limitación en los Grand Slam, el tenista había quedado en un segundo plano.

Eso sí, Roland Garros sería la casa de las victorias de Emerson, sobre todo en la disciplina de dobles donde conseguiría seis victorias de manera consecutiva (1960-1965) con cinco parejas diferentes. En 1960 y 1962 con Neale Fraser, en 1961 con Rod Laver, en 1963 con Manolo Santana, en 1964 con Ken Fletcher y en 1965 con Fred Stolle.

Roy Emerson junto a Rod Laver en la final de 1961. Foto: L'Equipe.

En la categoría individual tuvo más problemas para alzarse con el Grand Slam de arcilla. El monopolio que sostenía en los dobles no se veía reflejado como solista. Rod Laver le privó en la primera oportunidad que tuvo en 1962 tras ganar por 3-6, 2-6, 6-3, 9-7, 6-2.

No obstante, el tenista australiano no se rendía y al año siguiente conseguiría su objetivo y conseguir uno de los dos Grand Slam que le faltaban -en 1964 lograría vencer en Wimbledon-. En la final se deshizo del francés Pierre Darmon por 3-6, 6-1, 6-4, 6-4.

1967 sería la fecha donde acabaría la diferencia entre el tenis amateur y el tenis profesional, además de ser el año en el que Emerson cosecharía su segundo Roland Garros. En la final se desharía de su compatriota Tony Roche por 6-1, 6-4, 2-6, 6-2.

Andrés Gimeno

Andrés Gimeno Tolaguera comenzó en las sombras a trabajar duro para especializarse en tierra. Precisamente, el tenista español logró alzarse con Roland Garros en 1955 en la categoría junior, sustituyendo a Roy Emerson como vigente campeón.

Foto: La Vanguardia.

La fama le llegaría en 1960 dio la sorpresa al llegar a la final del Abierto de Francia junto a José Luis Arilla. En ese momento comenzaba a poner su nombre en el tenis amateur. La final no tuvo mucha historia, ya que serían la primera víctima del monopolio que crearía Roy Emerson en la disciplina de dobles. El partido se decantaría para él y Neale Fraser por 6-2 8-10 7-5 y 6-4.

La Era Open trajo más hitos para el tenista nacido en Barcelona. El torneo más importante que logró fue el propio Roland Garros en 1972. El tenista catalán venció al francés Patrick Proisy por 4-6, 6-3, 6-1 y 6-1. Asimismo esta victoria conllevaba el hito de ser el jugador que lograba el Grand Slam con una edad más longeva: 34 años.

Andrés Gimeno besando el trofeo de Roland Garros. Foto: ORTF.

Eso sí, Gimeno tuvo dos opciones previas de haber llegado a la final en el torneo galo, sin embargo, Ken Rosewall en 1968 y John Newcombe en 1970 le privaron del sueño de disputar la final del Grand Slam.

Ivan Lendl

Ivan Lendl se convirtió en uno de los tenistas más laureado en los ochenta consiguiendo arrasar en los Grand Slam, a excepción de Wimbledon que fue su talón de Aquiles. El tenista checo, aunque nacionalizado estadounidense, estuvo al frente del circuito durante 270 semanas, solo superado por Peter Sampras y Roger Federer. Además, Jimmy Connors es el único tenista que ha conseguido más victorias y torneos en el circuito masculino.

De manera precoz, en 1978, Lendl se hizo con la victoria en Roland Garros y Wimbledon en categoría junior. El jugador checo mostró su gran tenis conquistando varios torneos, pero sería en Rolad Garros donde conseguiría su primera final de un Grand Slam. Por desgracia para él se cruzó en el camino de Björn Borg. El sueco buscaba su sexto título en la arcilla francesa, pero Lendl no se lo puso fácil. Al final la experiencia ganó un encuentro reñido con un resultado de 6-1, 4-6, 6-2, 3-6 y 6-1.

En los dos años siguientes, el checo cayó ante los dos tenistas que se convertirían campeones esos respectivos años: Mats Wilander y Yannick Noah. No obstante, la demora comenzaba a cabrear al jugador y en 1984 consiguió proclamarse campeón en Francia. En una final donde ganó a un tenista que llegaba con fuerza como era John McEnroe por 3-6, 2-6, 6-4, 7-5 y 7-5.

Esto sería el comienzo, ya que en la temporada siguiente el tenista buscaba reivindicar su reinado, sin embargo volvió a encontrarse con Mats Wilander. En esta ocasión el choque fue en la final donde el tenista sueco remontó el primer set adverso para llevarse el partido por 3-6, 6-4, 6-2, 6-2.

Esta sería la última final que perdería Lendl en Roland Garros donde los dos siguientes años se proclamaría campeón consiguiendo, entre otras cosas, vengarse de Mats Wilander. En 1986 el checo se deshizo de Mikael Pernfors en una final sin historia (6-3, 6-2 y 6-4).

Más historia tendría la final de 1987 ante Wilander. En un partido cargado de tensión e igualdad fue el checo el que se llevó el torneo (7-5, 6-2, 3-6 y 7-6), donde sumó su tercer y último Roland Garros a sus vitrinas.

Mats Wilander

Mats Wilander se convirtió en uno de los grandes tenistas de los ochenta, donde en 1988 logró afianzarse como un tenista de referencia al conseguir tres de los cuatro Grand Slam (Australia Open, Roland Garros y Abierto de EEUU). Al igual que Ivan Lendl, Wilander jamás logró conseguir ganar en Wimbledon, donde a lo máximo que llegó fue a cuartos de final en 1987 y 1989.

Foto: Roland Garros.

Con Roland Garros comenzó una relación que iba por buen camino desde joven cuando consiguió alzarse con el trofeo en la categoría junior en 1981. Su calidad eran tan grande que al año siguiente consiguió la victoria en Roland Garros en la categoría reina tras vencer en la final a Guillermo Vilas tras una bonita remontada en un encuentro que se le ponía difícil tras un horrible primer set( 1-6, 7-6, 6-0 y 6-4).

No correría la misma suerte al año siguiente, donde a pesar de llegar con facilidad a la final no pudo hacer frente al francés Yannick Noah (6-2, 7-5 y 7-6). El ascenso fue tan pronunciado que el sueco pasó de no ser cabeza de serie a ser el cabeza de serie número 5 en esa edición.

En 1984, Ivan Lendl le devolvió la jugada de 1982 y le eliminó en las semifinales cuando se encontraba a un paso de jugar su tercera final consecutiva. El tenista no aceptaría esa derrota y en la edición siguiente le venció cuando más duele en la final. Wilander celebraba con furia su segundo Roland Garros.

Wilander y Lendl. Foto: AP.

Lendl y Wilander se citarían de nuevo en 1987 cuando el checho le devolvió la jugada y le venció en la final logrando superar al sueco en número de Roland Garros. Una ventaja que duraría un año, ya que en la siguiente edición, Wilander se coronaría venciendo a Henri Leconte por 7-5, 6-2 y 6-1. Con este triunfo cerraba su presencia en los libros de historia de Roland Garros.