Sin obtener su décimo Roland Garros cayendo ante Novak Djokovic en los cuartos de final. Rafa decidió jugar el torneo de Stuttgart para preparar con garantías la temporada que se juega en cesped. Una época del año que últimamente no se le ha dado muy bien. Además lo tendrá que afrontar con el peor ranking durante los últimos diez años.

El camino no iba ser fácil y mucho menos el comienzo ,ya que el estreno era ante un jugador muy peligroso en este tipo de superfícies. En Wimbledon alcanzó las semifinales, pero su talento suele ser tapado por su constante irregularidad. Sin embargo, venía más rodado que Nadal ya que había disputado la semana pasada un challenger en hierba y en primera ronda de Stuttgart había doblegado a un tenista como Lukas Rosol.

Baghdatis regala y ayuda

El chipriota, apenas daba un punto por perdido sacando muy bien y definiendo con su derecha. No había ritmo y eso se notaba cuando el español debía de poner la primera bola en juego. Los saques no le ayudaban para coger la dinámica de los intercambios y su drive no cogía aquella velocidad. Era questión de tiempo que Marcos rompiera y así fue.

La concentración nunca fue el punto fuerte del tenista de Limassol y en estas fechas tampoco lo es. El público de Stuttgart lo pudo comprobar ya que en un mismo juego realizó cuatro errores no forzados, entre ellos dos dobles faltas. Esa enorme ayuda, sirvió para que Rafa sin apenas tocar bola empatara el partido a cuatro. Sin embargo, los regalos parecían estar bendecidos ya que no paraban de realizarse. Aún así, el número 10 mundial, pudo mantener su servicio levantando el puño y siendo más optimista consigo mismo.

Poco a poco, el español se sentía con mejores sensaciones. El saque iba mejor colocado y la derecha era más fluida, pero lo que fue principal para que Rafa Nadal se llevara el set en la muerte súbita, fue la constancia que mostró durante todo momento sumándole su gran aspecto mental. También cabe destacar que el chipriota no estuvo notable en los momentos importantes.

Lucha sin rendición

Baghdatis no se había ido del encuentro tras perder el primer set, pero el problema era otro, Rafa Nadal, se estaba encontrando mejor a medida que pasaba el partido. Sus saques los resolvía sin problemas y a eso se le sumó que su drive estaba funcionando obligando así, al chipriota en ir detrás de la bola.

La rotura llegó en el quinto juego del set poniendo las cosas muy bien para el español tanto por juego como por lo que reflejaba el electrónico. Sin embargo, Baghdatis se soltó en el siguiente game haciendo recular a Rafa y gracias a su calidad obtuvo el contrabreak.

Cuando parecia que aquel break era definitivo para el español, sucedió lo contrario. Baghdatis se soltó y volvió a jugar a un buen nivel. Tuvo la oportunidad de llevarse el set en dos ocasiones, pero Nadal lo pudo salvar de una manera muy valiente. Subió a la red queriendo acortar los puntos y así fue para colocar el cinco iguales en el segundo set.

Al igual que en el primer parcial, el desenlace de este terminó en la muerte súbita pero con protagonista diferente. Marcos estuvo muy concentrado y supo encontrar los puntos débiles a un Rafa que no estuvo nada cómodo sin poder encontrar las decisiones acertadas.

Nadal sigue Baghdatis baja

Rafa no bajó los brazos pese a perder el primer set y siguió compitiendo como era de esperar. El cuarto juego del parcial, tuvo buena definición para el tenista español. Baghdatis ayudó a resolverlo ya que no metió muchos primeros y en algún momento no pudo rematar lo que debería ser obvió. A partir de aquel juego, Rafa fue señor del duelo.

Baghdatis bajó muchísimo la intensidad mostrada ya que los minutos avanzaban y el cuerpo se resentía. Finalmente, el cabeza de serie número uno del torneo, rompió de nuevo para vencer por 7-6 6-7 y 6-2.

Tuvo que jugar un partido muy duro ante un rival muy complicado. Esta victoria se puede calificar como notable porque debutar en una superficie que últimamente no se le ha dado bien y más ante un tenista como Baghdatis estando a buen nivel. En siguiente ronda, tendrá a un gran tenista al otro lado de la pista, se trata de Bernard Tomic que juega en casa, en el sitio donde nació.