Si hay algo que destaca en el joven aussie es su ambición por entrar de lleno en los puestos de privilegio del mundo del tenis. La avidez, definida por la RAE como un deseo muy fuerte por conseguir algo, es de lo que se llenó su raqueta tras una semana tremendamente bulliciosa para él. Y es que a principios de semana, cuando preparaba su primer partido ATP sobre hierba, tenía que hacer un viaje express a Australia por unos repentinos problemas de salud de su abuela.

No lo dudó ni un instante, lo primero es la familia, y tras superar ese trance familiar, viajó de vuelta a Londres para afrontar su debut sobre pasto ante un cañonero como Chardy. 48 horas de vuelo en apenas tres días que no le privaron de iniciar su andadura en Londres con una gran victoria en tres mangas sobre el galo.

Simon corta una bonita historia

Nadie daba un duro por este joven australiano que debutaba en esta superficie totalmente nueva para él, pero consiguió pasar de ronda. Su siguiente piedra en el camino hacia el éxito era otro francés, Gilles Simon. Un tenista totalmente opuesto a Chardy con el que no correría la misma suerte.

El partido arrancó muy movido, con un engañoso break inicial para Thanasi que obtuvo una rápida respuesta del galo dándole la vuelta al tanteador con dos roturas. A partir de entonces, la solidez llegó a ambos servicios y el set finalizó en un apretado 6-4.

En la segunda manga, Thanasi no supo aprovechar sus oportunidades en los peores momentos del galo y acabó pagándolo. Tras desperdiciar una bola de rotura, veía como Simon le endosaba dos breaks seguidos sellando así su victoria (6-2). De esta manera, finaliza una emotiva semana para Kokkinakis en la que demostró que es un tenista de otra pasta.