Como en el jardín de su hogar. Así se encuentra Roger Federer caminando por la mullida hierba de la pista central de Halle, un evento que parece hecho a la medida para el gran campeón helvético. Impuso un monopolio entre 2003 y 2006, y parece querer volver a levantar un imperio tras hacerse con las ediciones de 2013, 2014 y 2015. Son ya 85 títulos los que ostenta su palmarés el helvético; le han querido enterrar muchas veces pero lo realizado en Alemania esta semana es solo un aviso a navegantes. Federer se postula como candidato al título en Wimbledon.

Duelo de poder a poder entre ambos

Intenso de piernas, entrando y saliendo de la pista continuamente, imponiendo variación de ritmos y efectos y subiendo a la red. Es palpable el giro que ha dado a su tenis Roger Federer en los últimos dos años, siendo mucho más valiente a la hora de entrar en la pista y sin rubor para subir a la red, en cualquier superficie. Este arma se hace mucho más letal sobre el pasto, donde Federer se desplaza con armonía, dando un valor añadido a este deporte, y acercándole a la categoría de arte.

Así jugó ante un aguerrido Andreas Seppi. El de Bolzano ha mostrado a lo largo de la semana su gran categoría como jugador sobre hierba, atestiguada con el título que posee en Eastbourne (2011), y el puesto de finalista en dicho torneo al año siguiente. Los golpes planos de Seppi, su solidez mental y consistencia, le hacen ser un jugador enormemente peligroso. Tanto es así que Roger Federer se ha visto superado de fondo de pista a lo largo de muchos tramos del encuentro.

Las condiciones indoor en que se jugó el partido benefició al suizo

El partido transitaba muy igualado hasta que en el séptimo juego, la lluvia quiso participar de la fiesta del tenis, y la organización se vio obligada a desplegar la cubierta de la magnífica pista central. Bajo condiciones indoor, el juego de Federer se hace aún más temible; que se lo pregunten a Murray, que en la final de Wimbledon 2012 vio cómo cambiaba radicalmente el panorama cuando se cubrió la central del All England Club. Bola con un rumbo más fiable y más rápidas, condiciones óptimas para un Federer que desplegó un repertorio de voleas que hicieron que el mítico Stefan Edberg atravesara la mente de los aficionados.

En el décimo juego, Seppi tuvo dos bolas de break y, por ende de set. Pero ahí apareció el aura de campeón de Federer, conectando dos saques directos. Se revalorizó el suizo, e hizo un tiebreak sencillamente perfecto. 7-1 y un set de ventaja después de que Seppi hiciera un gran papel.

El partido se definió por detalles

No se desmoralizó el italiano, que siguió jugando agresivo de fondo de pista y obligando a Federer a tomar muchos riesgos. Estuvo preciso el suizo y de nuevo, imperial a la hora de afrontar situaciones complejas. En los últimos juegos del set apretó mucho el de Basilea, y acabó doblegando la resistencia del italiano para imponerse 6-4.

Brisbane, Dubai, Estambul y ahora Halle son los lugares que han visto a Federer campeón en este 2015. Ha ganado el suizo en superficie dura, tierra batida y hierba, mostrando una gran polivalencia. El rey no está dispuesto a abdicar aún; Federer abandonará su jardín personal de Halle para acudir a la mansión del All England Club, donde promete dar mucho guerra.