Suele decirse que las fases previas son un torneo dentro de otro torneo. Dicha afirmación adquiere un significado especial en Wimbledon, ya que los partidos correspondiente a la previa no se disputan en el All England Tennis Club, sino en un club cercano como es el de Roehampton. Esta medida fue implantada con la finalidad de no desgastar las frágiles pistas de hierba, y hacer que se empezara Wimbledon con las pistas por estrenar, y la hierba aún mullida y sin uso.

Favoritos y jóvenes

Kimmer Copejans es un jugador poco conocido por el gran público, y que ha sabido granjearse un buen ránking en torneos Challenger. El belga es el 98 del mundo, y parte como primer cabeza de serie en esta fase previa, seguido de Kuznetsov, que fue capaz de ganar a Ferrer el año pasado en Wimbledon, Pella e Ito.

Harrison, Rublev e Ymer, atractivos juveniles del cuadro

Otros jugadores con peor ránking pero mucho renombre, como Tobias Kamke, pueden ser competitivos y dar sorpresas, así como jóvenes deseosos de dar un golpe sobre la mesa. Entre ellos destaca Ryan Harrison, cuya devenir en el tenis está siendo regresivo, o Elias Ymer, un jugador en el que hay puestas muchas esperanzas y que ya logró el pase a la fase final de Roland Garros hace apenas un mes. También Andrey Rublev se erige en una atracción del evento, con su tenis arrogante e incisivo.

Nombres ilustres en el cuadro

Todo un semifinalista de Roland Garros tendrá que buscar el pase a la fase final de Wimbledon, como es Jurgen Melzer. Así es el tenis; no tiene memoria. El que fuera octavo del mundo en 2011, tendrá que ganar tres partidos para disputar la fase final de un Grand Slam. El primero de ellos lo disputará, curiosamente, frente a su hermano pequeño, Gerald Melzer, en lo que supondrá un morboso duelo.

Aún se recuerda aquel mítico encuentro entre Alejandro Falla y Roger Federer en primera ronda de Wimbledon 2010. El colombiano llegó a dominar dos sets arriba, sacando para derrocar el reinado del suizo. Fue uno de los momentos más tensos en la carrera del helvético, que logró revertir la situación y salir del atolladero. Cinco años después, Falla ha de disputar una fase previa que se antoja complicada, y en la que debutará ante Taro Daniel.

Hanescu y Dodig, viejas glorias en busca de una segunda juventud

Dustin Brown es otro jugador que se ha ganado a pulso la atención del gran público. Su excéntrico look y estilo de juego, le hacen muy atractivo para los espectadores, que disfrutan viendo los golpes imposibles en la red de un jugador que en Wimbledon puede vencer a cualquiera. También Ivan Dodig será un jugador a seguir muy de cerca, y que ha tenido buenas actuaciones en el Grand Slam londinense. Victor Hanescu también dará lo que pueden ser sus últimos raquetazos en Wimbledon.

Pocas opciones para los españoles

Veteranía e ilusión caracterizan la representación española en la fase previa de Wimbledon, aunque también, serias dudas sobre si alguno de los seis que son de la partida podrán llegar a la fase final.

Ninguno de ellos ostenta un estilo de juego propicio para hacerlo bien sobre hierba, y no cuentan con un serio rodaje sobre dicha superficie. Roberto Carballés debutará ante un sacador como Sijsling, y parece poco probable su victoria. Muñoz de la Nava y Cervantes podrán competir con más esperanzas, a priori, contra Corrie y Devvarman. Montañés luchará de tú a tú ante Chiudinelli, y quizá el saber hacer del catalán le reporten serias opciones.

En todo caso, sea cual sea el resultado, resulta admirable comprobar la ilusión de estos jugadores, y el esfuerzo que supone desplazarse a Londres para buscar lo que aparentemente parece una utopía.