Se respira tenis en el Club Roehampton, y mucho más esta semana, cuando hay tanto juego. El premio de entrar en la fase final de Wimbledon se puede erigir en el ser o no ser para muchas de las guerreras del tenis que tienen que hacer encaje de bolillos para no perder dinero en algunos torneos.

La batalla se antoja dramática, y hay cuatro españolas que se desenvuelven bien en esas situaciones. Liderado por Lourdes Domínguez Lino, el tenis español está bien representado por un póker de jugadoras con mucho talento y carácter, que buscarán dejar atrás los viejos fantasmas que infunde la hierba sobre el tenis nacional.

Domínguez, principal favorita

Es cierto que es una especialista sobre tierra batida, y que con 34 años parece que su carrera está en el ocaso. Pero cuando se ve sobre una pista de tenis a la jugadora gallega, resulta admirable comprobar la ilusión y la garra que pone en cada punto. Es la que más experiencia posee en Wimbledon, habiendo disputado el cuadro final en siete ocasiones, siendo la segunda ronda cosechada en 2011, 2012 y 2014, sus mejores resultados.

La pontevedresa llega con el mejor ránking de las participantes: 90 del mundo

Ya pasó la fase previa en Roland Garros, y dio un sublime espectáculo en segunda ronda del cuadro final ante Petkovic, a la que a punto estuvo de eliminar. La confianza rebosa por los cuatro costados de esta jugadora, como demuestra el hecho de venir de ganar el torneo de Montpellier la pasada semana. Si bien es cierto que su juego no parece adaptarse a la hierba, cuando se tiene confianza cualquier cosa puede pasar. Se verá las caras en primera ronda con Bogdan, joven rumana que es la 179 del ránking WTA.

Ilusión en las otras tres contendientes

Sorribes encarna la renovación generacional

Es una de las jugadoras más jóvenes del evento; aún con 18 años, la de Castellón buscará participar en el primer Grand Slam de su carrera deportiva. Es la 147 del mundo, y ostenta un juego polivalente capaz de adaptarse a toda superficie. Supondrá este evento una fuente de aprendizaje para una Sorribes llamada a entrar próximamente entre las 100 mejores. Comenzará su camino frente a la japonesa Namigata, 181 del ránking WTA.

María Teresa Torró-Flor encarna ese carácter de "caerse y volver a levantar". Es indudable el talento y potencial que ostenta la villenense, criada en el club de Juan Carlos Ferrero, pero su progresión se vio cortada el año pasado. Tras llegar a tercera ronda de Roland Garros en 2014, Tita ha dado un paso atrás y se bate el cobre en torneos ITF, donde acumula un récord de victorias espectacular, con 35 triunfos consecutivas. La hierba no es su superficie predilecta, pero buscará avanzar ante la tailandesa Wongteanchai, actual 209 del ránking. El año pasado, Tita cayó en primera ronda frente a Venus Williams.

Laura Pous-Tio se enfrentará a Mattek-Sands

La que más complicado lo tiene es Laura Pous-Tio. La de Granollers nunca ha logrado ganar un partido en el cuadro final de Wimbledon, habiendo estado presente en el mismo en 2006, 2011 y 2012. Además, tendrá que verse las caras con una experimentada jugadora como es Mattek-Sands. Lejos de su mejor momento en individuales, la estadounidense se encuentra en auge en el dobles, ostenta experiencia de alta competición y en Wimbledon, llegó a alcanzar los octavos de final en 2008, por lo que se antoja una complicada rival.

Pase lo que pase, tiene mucho mérito la ilusión y el coraje de estas jugadoras, que no tienen reparos a la hora de salir de su zona de confort y jugar sobre una superficie desconocida para ellas.

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Sobre el autor
Diego Jiménez Rubio
Fui Coordinador General de Más Deportes y Viajes, y miembro del Consejo de Dirección de VAVEL España. Me encanta comunicar mi pasión por el turismo y el deporte, y hacerlo con responsabilidad y profesionalidad.