La capital inglesa celebra a partir del próximo 29 de junio uno de los acontecimientos más esperados por el mundo del deporte. El All England Tennis Club, situado al oeste de Londres, acoge la 129º edición del torneo de Wimbledon. Allí, por supuesto, acude Novak Djokovic, actual número uno del ranking ATP y vigente campeón, con las pilas cargadas y dispuesto a conseguir su tercer trofeo de plata.

No obstante, y pese a ser el gran favorito, la reciente derrota con Stan Wawrinka en la final del Abierto francés supondrá un handicap importante para el de Belgrado. El suizo le arrebató el que era su gran objetivo 2015, provocándole una herida dificil de cicatrizar y poniendo fin a una racha de 33 victorias consecutivas. Con un balance de 41-3, Nole se ha adjudicado este año los títulos de Grand Slam en Australia y de Master 1000 en Indian Wells, Miami, Roma y Montecarlo.

Djokovic con once participaciones ya es un veterano

Con esta será la undecima ocasión en la que el serbio participe en un evento que envuelve todas las tradiciones y el glamour de la cultura británica, y que además goza de gran pedigree en el circuito ya que todos sueñan con ganarlo. Aunque esta superficie no es la que mejor se adapta a su juego, desde su debut Djokovic se aclimató rapidamente a las condiciones únicas de las pistas londinenses. Sus cualidades al saque y al resto le han permitido obtener grandes resultados habiendo disputado las rondas finales en siete de sus diez participaciones.

Alcanzó las semifinales la tercera vez que pisaba la hierba de Londres

Destacar las semifinales conseguidas en su tercer torneo allá en 2007 con 21 años. En dicha edición se retiró ante Rafael Nadal a causa de una infección de una ampolla tras haber vencido en cuartos al chipriota Marcos Bagdhatis en un agónico encuentro de más de cinco horas. Al año siguiente cayó derrotado en segunda ronda contra el experimentado ruso Marat Safin tras haber perdido la final de Queens, pre Wimbledon, ante Nadal otra vez.

Los dos años siguientes, 2009 y 2010, mostraron que 'The Djoker' tarde o temprano ganaría Wimbledon. En el primero de ellos, en un mal día de esos que la hierba de Londres no perdona, perdió ante el alemán Tommy Haas en cuartos, que se valió de su mayor experiencia y aprovecho los errores del serbio. Un año más tarde y tras vencer al siempre correoso Lleyton Hewitt topó en semifinales con el bombardero checo Tomas Berdych. Éste en un partido casi perfecto ganó el partido en sets corridos 6-3, 7-6 y 6-3.

En 2011, uno de los mejores de su carrera, Djokovic llegaba habiendo perdido un solo partido en todo el año, fue en semifinales de Roland Garros y, hasta entonces, dominó todo torneo que disputaba, Open de Australia y Masters en pista rápida y arcilla. Ya en Londres venció con facilidad en primeras rondas a rivales como Jeremy Chardy, Kevin Anderson o Michael Llodra para plantarse en cuartos contra el australiano Bernard Tomic, al que venció por tres sets a uno. Idéntico resultado obtuvo en semis contra el francés Jo-Wilfred Tsonga para meterse en su primera final, donde esperaba el líder de la ATP por ese entonces Rafa Nadal. En un encuentro cómodo Nole enterró sus fantasmas contra el de Manacor y con un parcial de 6-4, 6-1, 1-6 y 6-3 se adjudicaba su primer Wimbledon. Además, destronaba a Nadal y ascendía por primera vez en su carrera al número uno del ranking mundial.

Al año siguiente la situación era inversa, Nole ya no era aspirante sino máximo favorito, llegaba con Wimbledon y US Open de 2011 más el Abierto de Australia de enero 2012 bajo el brazo. Pero al igual que en Francia el mes anterior, cayó en semifinales, esta vez ante el suizo Roger Federer. Especialmente significativa fue su derrota ante el escocés Andy Murray en la final de 2013, que puso fin a una sequía de 77 años sin que un jugador británico se coronase campeón en la categoría de singles masculino, desde que lo hiciera el mítico Fred Perry. La temporada pasada llegó igual que este año, tras perder la final de Roland Garros, aquella vez ante Nadal. A pesar de ello, mostró una fuerza de superación y un carácter ambicioso difícilmente igualable. Conquistó su segundo título en Londres tras derrotar con facilidad al kazajo Andrey Golubev, el checo Radek Stepanek y los franceses Gilles Simon y Tsonga para plantarse en cuartos de final.

Fuente: BBC

A partir de ahí se midió en un duelo a vida o muerte con el croata Marin Cilic, del que salió victorioso tras disputarse cinco mangas (6-1, 3-6, 6-7, 6-2 y 6-2) y batió al búlgaro Grigor Dimitrov en semifinales en cuatro sets para alcanzar su tercera final contra el siempre favorito en la hierba londinense Roger Federer. Dicho encuentro se resolvió con un tanteo de 6-7, 6-4, 7-6, 5-7 y 6-4 a favor del serbio en un partido que pasará a la historia del torneo por el gran espectáculo que ofrecieron ambos contendientes.

Hace 24 Grand Slam's que llega como mínimo a cuartos de final

No cabe duda de que Nole llega tocado (fundamentales serán las primeras rondas para ver su nivel de confianza, pues la hierba es una superficie poco indulgente y un mal día te manda a casa), venía de realizar un 2015 impoluto y la derrota en París fue una oportunidad perdida histórica. Pero también cabe recordar que es el jugador más fiable del circuito y que si alguien puede reponerse de semejante varapalo es él. Si algo caracteriza al serbio es esa consistencia que le ha permitido llegar al menos a cuartos de final de todos los Grand Slam desde Roland Garros de 2009. Es decir, siempre en las rondas finales de los últimos 24 'grandes', unos números al alcance de muy pocos en la historia. Un chacal herido sí, pero no por ello menos peligroso.