Wimbledon, el torneo más antiguo (celebrado desde 1877) y prestigioso del mundo, arranca este mismo lunes. El All England Club de Londres acogerá las mejores raquetas del circuito donde, por tradición, historia y resultados; destaca una por encima del resto: la del suizo Roger Federer, heptacampeón del certamen británico.

El nombre del tercer Grand Slam del año, inevitablemente, lleva años ligado al de Roger Federer. La historia, caprichosa, ha querido que el tenista más grande de todos los tiempos también sea el rey del más grande de los torneos. Muchos son los récords que ostenta el suizo, otros quedan aún quedan por batirlos, pero lo cierto es que el helvético hace tiempo que llama a las puertas del Olimpo, queriendo dejar atrás su condición de rey. Londres puede ser el escenario idóneo para escribir un nuevo capítulo en la historia de este deporte, el enésimo en su leyenda.

La carrera contra el tiempo

A punto de cumplir 34 años (8 de agosto), las últimas trazas de tenis que aún destila Roger Federer son recibidas con melancolía por un público que lleva ya un tiempo la idea seguir este deporte sin el genio de Basilea. Pero cuando parece que el ocaso es inminente, el suizo vuelve a ponerse sobre le firmamento y brillar con su elegancia. 

Desde que el español Andrés Gimeno se coronase en Roland Garros (1972) con 34 años y diez meses, han pasado 43 años sin que un jugador mayor de 33 años haya ganado un torneo de Grand Slam 43 años atrás, el español Andrés Gimeno se proclamaba campeón de un Grand Slam con 34 años y diez meses (Roland Garros 1972). Desde entonces, ningún jugador que sobrepasa los 33 ha conseguido igualar semejante hazaña. A día de hoy, el suizo se erige como el único tenista en activo capaz de derribar semejante barrera tras su intento fallido de hacer lo propio en Roland Garros, cuando se despidió en cuartos de final ante su compatriota Stanislas Wawrinka.

El tiempo, enemigo traicionero, no atiende a la condición humana. Ni siquiera a la de un mito. Pero a Roger Federer aún le quedan argumentos -y no pocos- para ganarle un último partido. En este 2015, el suizo se ha coronado en todas las superficies en cuatro ocasiones: Brisbane y Dubai de pista dura, Estambul sobre tierra batida y en el césped de Halle. Además, ha disputado otras dos finales durante el curso: Indian Wells y Roma. El rey no quiere abdicar aún.

Roger Federer, uno de los mejores jugadores sobre hierba de toda la historia, heptacampeón en Wimbledon, sabe que el All England Club londinense no es igual que la Philippe Chatrier parisina. A pesar de sumar tres años de sequía, sus cualidades se desatan en su templo británico, donde, sin duda, ha lucido su mejor versión. Por si fuera poco, tras la contratación de su entrenador, Stefan Edberg, su juego se ha reinventado para jugar aún más agresivo, como ya hiciera en sus inicios. Este cambio de estilo, lucha a su lado en la pelea contra el tiempo y, sobre todo, aumenta sus prestaciones sobre ésta superficie.

Poco rodaje sobre hierba para la gran cita

En la pasada edición de Roland Garros, Roger Federer se despidió de forma prematura en cuartos de final ante, precisamente, su compatriota y finalmente campeón, Stan Wawrinka. Desde entonces, el suizo solo piensa en su asalto a la octava corona de Wimbledon. Sin embargo, su preparación se ha basado en muchas horas de entrenamiento, pero tan solo un único torneo disputado desde entonces: el ATP 500 de Halle, donde prolongó su reinado con su octava corona y rubricó su candidatura a luchar por el Grand Slam Británico.

Roger Federer, tras caer en cuartos de final de Roland Garros: "Nunca es demasiado pronto para empezar a preparar Wimbledon, es uno de mis mayores retos para esta temporada"En la rueda de prensa después de su derrota en París, el helvético, fue preguntado sobre si era pronto para empezar a prepararse para Wimbledon: "No, nunca es demasiado pronto", respondió simple y llanamente el de Basilea. El suizo no escondió sus intenciones a continuación cuando admitió que "Wimbledon es uno de los mayores retos de la temporada y donde quiere jugar su mejor tenis". Lo cierto, es que a lo largo de su carrera, sí ha conseguido desplegar su genuina versión en el All England Club.

El suizo, quien ostenta 17 títulos de Grand Slam, es consciente de que si quiere sumar otro más a sus vitrinas debe ser en Londres. Por condiciones y por historia, es bien sabedor de esa premisa. Tres años de sequía son muchos para el rey de Wimbledon junto con Björn Borg, ambos con siete coronas. Sus ansias de victoria, lo convierten en un candidato más que firme.

Desde su derrota en Roland Garros, Roger Federer solo ha disputado un torneo (ATP 500 Halle) en esta gira de hierbaEl descanso, ha sido el pilar sobre el que ha sustentado sus opciones para la conquista. Muchas horas de práctica sobre las pistas y poca competición. Desde que dijese adiós en París (2 de junio), el suizo solo ha disputado el torneo de Halle, donde se proclamó campeón.

El resto de su preparación ha consistido en partidos de entrenamiento con diferentes perfiles de tenistas, donde se encuentran, entre otros, el pasado y el futuro aussie: Lleyton Hewitt y Nick Kyrgios, su verdugo en Madrid. El joven australiano, tumbó a Rafa Nadal en la pasada edición. Roger Federer no quiere dejar nada al azar y toda precaución es poca. Los 'cañoneros', se erigen como los enemigos públicos número uno en esta superficie. La juventud, en duelos al mejor de cinco, es otra de las armas más peligrosas. Nick Kyrgios engloba ambas, lo que le convierte en el compañero ideal para entrenar estos días. El prometedor australiano ha pasado de villano a aliado para el de Basilea.

Los récords avalan la entrada al Olimpo 

Federer es el tenista más laureado de Wimbledon con siete coronas y el que más finales ha disputado con nueve, siete consecutivas. Además, encadena 63 participaciones en un Grand Slam sin interrupción desde el Open de Australia del año 20002003 fue el año cero del reinado de Roger Federer, cuando consiguió su primer cetro en el All England Club. Dicha temporada, además, supuso su estallido en el circuito, lo cual le aupó hasta le puesto número dos del ranking ATP al término de ésta. Desde aquella victoria sobre el australiano Mark Philippoussis, el de Basilea inició una hegemonía sobre el césped londinense que duró hasta 2008. Cinco títulos seguidos (2003, 2004, 2005, 2006 y 2007) en el torneo más importante de la historia, marca compartida con  Björn Borg. Desde entonces, los récords se han ido sucediendo para el genio de Basilea.

La racha triunfal del genio suizo fue cortada en 2008 por el español Rafael Nadal, quien derrotaba al monarca en 'su' catedral del tenis. El de Manacor se impuso al helvético por  6-4, 6-4, 6-7 (5), 6-7 (8) y 9-7 en el que fue, por muchos, considerado el mejor partido de la historia de este deporte y, atendiendo a los datos de la Era Open, la final más larga del torneo británico. Londres, aquella mágica tarde, asistió  a un día legendario.

La edad no perdona, los rivales tampoco, y desde entonces, Roger Federer 'solo' ha logrado coronarse en 2009 y en 2012, año en el que consiguió su último Grand Slam. En la pasada edición, fue Novak Djokovic el encargado de privarle de otra corona sobre el césped londinense; pero la derrota más dolorosa que ha sufrido el suizo fue en el año 2013, cuando Sergiy Stajovski por un 6-7 (5), 7-6 (5), 7-5 y 7-6 (5) apeó al suizo de forma sorprendente y prematura. El número dos del mundo, que aspiraba a ganar en Londres por octava vez, no caía antes de una tercera ronda de un Grand Slam desde que tenía 21 años, cuando quedó eliminado de Roland Garros en la primera ronda.

Aunque parezca sorprendente, la gran cantidad de récords que posee Roger Federer no queda ahí, puesto que no solo lidera la clasificación de títulos en Wimbledon, sino que también la de más finales disputadas con nueve, siete de ellas consecutivas. Más allá del césped de Londres, el pupilo de Stefan Edberg encadena 63 participaciones en torneos de Grand Slam de forma consecutiva. Desde el Open de Australia del 2000, ha competido en cada uno de los 'grandes' en este siglo.

Así, la historia es lo único que intercede entre Roger Federer y el Olimpo del mundo de la raqueta. Tras demostrar en la última década ser monarca absoluto en el All England Club, avalado por los récords que ostenta el genio de Basilea, aún queda un capítulo para alcanzar la condición de Dios. Londres, decidirá si el cielo está al alcance del suizo.