Cuando las sensaciones son negativas, es muy difícil poder voltear la situación. En esos momentos, el aspecto mental entra en escena y, es cuando suele apreciarse si el deportista en cuestión va camino de convertirse en estrella o pasará sin pena ni gloria por ese deporte. Uno de estos ejemplos es el de la canadiense Eugenie Bouchard, que está protagonizando una temporada decepcionante tras los éxitos logrados en 2014.

Con muchas dudas en su juego, la tenista norteamericana llegaba a Wimbledon dispuesta a revertir esta mala racha y convertir la cita sobre la hierba londinense en un punto de inflexión para la segunda mitad de la temporada. Además, como cabeza de serie número 12, se medía en primera ronda a la china Ying-Ying Duan, número 117 del mundo y que disputaba por primera vez en su carrera el torneo con más historia del circuito.

Desde el primer momento, esta supuesta superioridad de Bouchard quedó borrada de inmediato por el buen tenis desplegado por la jugadora asiática, lo que unido a los continuos errores de la canadiense equilibró la balanza en esta primera manga. La tenista norteamericana volvió a evidenciar graves problemas con su servicio, cometiendo seis dobles faltas y consiguiendo unos porcentajes inferiores a su rival. ‘Genie’ sólo fue mejor que su rival en golpes ganadores, pero acabó cometiendo un mayor número de errores no forzados que hicieron que el set se resolviese en el ‘tie-break’. En el juego definitivo, la inconsistencia mental de la canadiense volvió a hacer acto de presencia, por lo que Duan se hizo con la primera manga por 7-6.

La canadiense cometió demasiados errores no forzados en ambas mangas

El reto de Eugenie Bouchard era saber si podía reponerse de la pérdida del primer set y remontar el partido, pero la jugadora canadiense volvió a mostrar en cada juego que ha perdido ese fortaleza demostrada la temporada pasada y que debe aún mejorar mucho la mentalidad si quiere hacer historia en el tenis. Bouchard limitó sus errores no forzados y sus dobles faltas, pero no encontró en ningún momento la forma de hacer daño a su rival y no dispuso de ninguna bola de ‘break’.

Ying-Ying Duan siguió muy firme con su servicio e incluso mejoró el número de puntos ganados con el segundo saque, lo que sumado al buen equilibrio conseguido entre golpes ganadores y errores no forzados le permitió mantener su servicio en todo momento y disponer de oportunidades para romper el servicio de su rival. La jugadora china tuvo tres oportunidades y aprovechó una de ellas para ponerse por delante en el set y conseguir la ventaja definitiva, consiguiendo imponerse en el segundo parcial por 6-4.

Ying-Ying Duan accede a la segunda ronda de un Grand Slam por primera vez en su carrera deportiva, donde se medirá a la vencedora del duelo entre la alemana Tatjana Maria y la serbia Bojana Jovanovski. Por su parte, Eugenie Bouchard continúa con su desastrosa temporada y se despide de Wimbledon a las primeras de cambio. La canadiense fue la tenista revelación el año pasado y llegó a la final del torneo inglés, mientras que en 2015 no ha sido capaz de llegar a las rondas finales de ningún torneo, por lo que puede estar acusando la presión de los resultados de la pasada temporada y, sobre todo, su falta de consistencia mental sobre la pista.