Cuando se es claramente inferior al rival, no queda otra que apretar los dientes, ponerse el mono de trabajo y prepararse para sufrir en la pista, intentando coger la iniciativa en todo momento y adaptar el estilo de juego. Así lo hizo Lara Arruabarrena durante el segundo set del encuentro ante Giorgi, joven de 23 años que es la 32 del mundo, y que ostenta un deslumbrante talento. Aún y así no fue suficiente.

Arruabarrena, digna competidora

Ésta era su segunda aparición en el cuadro final de Wimbledon, datando la primera de 2013, cuando perdió en primera ronda. A pesar de que el juego de la vasca no sea el idóneo para la hierba londinense, Lara es una jugadora con garra y gran capacidad de sufrimiento.

No obstante, la española se vio sorprendida en los compases iniciales del encuentro por el tenis directo de Camila Giorgi. La italiana no parece poder pegar tan fuerte a la bola cuando se la ve sobre la pista, pero tiene una gran capacidad para jugar con potencia y precisión. Octavofinalista en 2012, con tan solo 20 años, la de Macerata es ahora una jugadora mucho más completa.

Hizo gala de su talento durante un primer parcial espectacular, en el que dominó de principio a fin y conectó ocho golpes ganadores por tan solo cuatro errores no forzados, mostrándose inconmensurable al servicio. En apenas media hora de juego, Giorgi se adjudicaba la primera manga ante una cariacontecida Arruabarrena, que no veía la manera de hacerla daño.

Giro radical en el segundo set, con una gran Arruabarrena

Pero el tenis puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. El segundo parcial fue mucho más abierto, y Lara se puso con break arriba en los compases iniciales. Giorgi aceleró de piernas y logró equilibrar el marcador, llevando el set al tiebreak. Lara salvó dos bolas de partido en el duodécimo juego, y luchó hasta el final en el tiebreak. Sin embargo, la italiana tomó ventaja de minibreak en el segundo punto del mismo, y ya no la soltaría hasta el final.

Giorgi contra Wozniacki en la siguiente ronda

La española puede irse con la satisfacción del deber bien hecho, habiendo logrado vencer un encuentro en Wimbledon y dejando una buena sensación ante Giorgi. Por su parte, la italiana habrá de verse las caras ante Wozniacki en la siguiente ronda.