El partido de segunda ronda de Roger Federer podría definirse con las recientes palabras de su rival, Sam Querrey, en rueda de prensa: "Federer tiene ese aura a su alrededor. Hoy lanzó ese golpe entre las piernas. Produjo unos passing shots increíbles, algunas medias voleas. Él logra golpes que otros no hacen. A veces quieres ir y chocar esos cinco con él, pero no puedes hacer eso".
Y es que el número dos del mundo ha derrotado a Querrey, 36 del ranking, 6-4, 6-2 y 6-2 en una hora y 26 minutos empleando un juego majestuoso para acceder a tercera ronda de Wimbledon, donde se enfrentará a Sam Groth.
Federer, con siete títulos de Wimbledon en el bolsillo, viene de ganar el torneo de Halle por octava vez en su carrera. Con cuatro trofeos conquistados en lo que va de temporada, el suizo es el único jugador que ha ganado títulos en todas las superficies este año (Brisbane y Dubai en pista dura, Estambul en tierra y Halle en hierba) antes de su Grand Slam predilecto.
El helvético está jugando su 63º Grand Slam consecutivo, un récord sin precedentes. Durante todo el partido mostró un sólido revés, ejecutó seis aces por siete del estadounidense, metió el 61% de primeros saques de los cuales ganó el 79%, se adjudicó el 86% de puntos en la red y seis espectaculares passing shots. Asimismo, obtuvo doce bolas de rotura a su favor, de las cuales convirtió cinco, por tan solo dos en contra, que logró salvar con efectividad, y produjo 32 golpes ganadores por diez errores no forzados.
Además, el segundo cabeza de serie superó los 2.500 puntos ganadores en Wimbledon durante esta segunda ronda. En primera posición de esta lista le sigue de lejos Pete Sampras, con 2.040 winners. Por otro lado, esta ha representado su victoria número 75 en el SW19, las mismas que ha conseguido hasta ahora en el Open de Australia.
Vintage Federer
Las gradas lucían repletas de pancartas animando al siete veces campeón. Federer entraba en la Pista Central vestido con su chaqueta blanca impoluta para enfrentarse a todo un cañonero, con quien no se encontraba desde hacía siete años. Querrey comenzó el partido con saques imposibles, imprimiendo mucha potencia a sus derechas y presionando los servicios del helvético. Pero Federer fue paciente y no se sintió intimidado por su atrevida actitud.
Fue en el noveno juego al resto del primer parcial donde Roger obtuvo tres break points. A pesar de que el americano no dudaría en sacar la artillería pesada para salvar la situación, el número dos del mundo logró hacerse con una cuarta bola de rotura que esta vez no desaprovechó. Un passing cruzado de revés totalmente inalcanzable fue el golpe maestro que empleó para anotarse este trascendental juego. Tras lanzar un entusiasta Come on! hacia su banquillo, el suizo se dispuso a sacar para apuntarse el set 6-4.
A partir del segundo set, el helvético empezó a leer mejor los saques de su rival, lo cual le permitió ganar al resto más del 24% de los puntos de primer servicio, algo clave para adjudicarse la victoria. Ya en el primer juego al resto, la leyenda viviente voleó de revés para hacerse con dos break points. Tan solo le hizo falta el primero para romper a Querrey. A continuación consolidaría la rotura, no antes de ejecutar una impresionante derecha ganadora cubriéndose el revés con la que anotarse el primer punto.
Por otro lado, el de Basilea empezó a molestar a su rival jugando muchos golpes cortados, con lo cual Querrey tuvo que flexionar sus rodillas para levantar esas bolas bajas. Sintiéndose incómodo con esta táctica, el americano cometió varios errores que beneficiaron el marcador de Federer.
La guinda de la jornada la puso el golpe del encuentro. Como si de un partido de exhibición se tratara, Federer propició un golpe entre las piernas a modo de globo. Si bien los aficionados al tenis están acostumbrados a ver tweeners de espalda por parte del suizo, en esta ocasión lo ejecutó de frente. Querrey llegó a la pelota, pero su devolución ni siquiera pudo traspasar la red. Ante tal espectáculo, el público ovacionó incrédulo la hazaña del Maestro suizo. Él reaccionó con una sonrisa traviesa. Precisamente en este séptimo juego del segundo parcial, Federer logró hacerse con otro break.
La tercera manga también fue un recital del helvético. Al resto en el primer juego se llevó la primera bola de break. Sin embargo, esta rotura tampoco sería la única que tendría durante el set, pues en el séptimo juego produciría una derecha cruzada perfecta que le daría una ventaja aún más amplia y el servicio para cerrar el partido.
Tras proclamarse vencedor, el campeón de 17 Grand Slams salió de la pista no sin antes firmar una serie de autógrafos a sus dedicados fans. Querrey lo intentó, pero no tuvo las armas suficientes para derrotar a un Federer simplemente majestuoso.