En ocasiones se trivializa, e incluso demoniza, el tenis directo y sencillo como el empleado por Ivo Karlovic. Exhibición al saque y voleas; no hay por qué complicarse. El croata es un ejemplo de cómo puede aprovechar al máximo las ventajas que le otorga su estatura (211 centímetros) y reducir las desventajas. Karlovic ostenta una movilidad nada desdeñable para su edad y altura, que aprovecha para caminar hacia delante en todo momento, intentando acortar los puntos.

Cuando "el pequeño Ivo" está enchufado e inspirado con su servicio, resulta un jugador letal. Llegó a ser el número 14 del ránking ATP y cuartofinalista en Wimbledon en 2009, y Karlovic ha sabido recuperarse de un derrame cerebral que le mantuvo alejado de las pistas durante más de un año. Su triunfo es el triunfo de la constancia, del sacrificio y del amor por el tenis. Ivo está en octavos de final y promete dar guerra.

Karlovic incomensurable al saque

El francés sabía perfectamente cómo iba a ser el partido. Cuando se juega contra Karlovic es preciso mantener la concentración en todo momento y llegar con frescura al tiebreak. Pero Karlovic estuvo más inspirado que nunca. Capaz de ganar al mismísimo Novak Djokovic en Doha durante este 2015, el croata apenas dio concesiones a su rival.

Karlovic jugó su mejor partido desde hace años

El primer parcial transcurrió sin opciones de break para ninguno de los dos contendientes, y se resolvió en el tiebreak. Ahí Karlovic se siente cómodo, y pronto logró un minibreak que no solo no perdería, sino que ampliaría a final de la muerte súbita. Nueve aces y tan solo ocho puntos perdidos con su servicio dan una idea del nivel de Karlovic, que estuvo magnífico en la volea.

Tsonga aprovechó la única bola de break que tuvo

Hubo reacción de Tsonga en el segundo parcial, que aprovechó la mínima rendija existente en el juego de Karlovic. Tuvo una bola de break el galo y se tradujo en un set a su favor, lo que da una idea de la dificultad para enfrentarse a este jugador. Tsonga se hizo con la segunda manga por 6-4, y se podía prever una bajada en el nivel de saque de Karlovic.

Jo Wilfried Tsonga en Wimbledon 2015. Foto: www.wimbledon.org

Nada más lejos de la realidad; Ivo se mantuvo imperial y dio muestras de gran juego en la red. Con un total de 22 golpes ganadores acabó la tercera manga Karlovic, que apabulló a su rival en un tiebreak muy desequilibrado en el que Tsonga tuvo despistes imperdonables, como dejar pasar una bola que acabó entrando.

Más de lo mismo en la cuarta manga. Ambos muy preciso al saque y celebración de un tiebreak al que el set estaba abocado desde el inicio. Tsonga luchó con uñas y dientes, y llegó a disfrutar de hasta tres bolas de set, pero no tuvo ninguna opción seria. Karlovic estuvo intratable, tanto con primeros como con segundos saques, y certificó un triunfo muy meritorio. El croata no entraba en los octavos de final de un Grand Slam desde el Abierto de Australia 2010. En Wimbledon buscará por tercera vez en su carrera el pase a los cuartos de final, habiéndolo conseguido en 2009, y cayendo posteriormente contra Roger Federer.