Garbiñe Muguruza no se cansa de batir registros. Si el pasado martes lograba tras 18 años colocar a una tenista española en las semifinales del abierto londinense (la última en lograrlo fue Arancha Sánchez Vicario en 1997), con su pase a la final hay que remontarse aún más, a 1994 para encontrar a Conchita Martínez y su brillante victoria ante la estadounidense Martina Navratilova.

Soñar es gratis, dicen, y ¿por qué no soñar con que la hispano-venezolana puede volver a poner el tenis femenino español en lo más alto con un triunfo en la final del torneo británico? A tiro lo tiene la número 20 del mundo para conseguirlo, tras la brillante victoria de hoy ante Radwanska.

Un comienzo soñado para la española

Se acaban los adjetivos calificativos positivos para la tenista nacida en Caracas, que llegaba a la semifinal de Wimbledon tras haber vencido a lo largo del torneo a la estadounidense Varvara Lepchenko en primera ronda, a Mirjana Lucic-Baroni en segunda, a Angelique Kerber en tercera, a Caroline Wozniacki en octavos y a la suiza Timea Bacsinszky en la ronda previa a las semifinales.

La española entró con mucha confianza en el partido

La hispano-venezolana entró en el partido con mucha confianza, creyendo en su golpe predilecto, la derecha, que tan buen resultado le estaba dando a lo largo de todo el torneo. Muguruza rompía, a las primeras de cambio el servicio de Angnieszka Radwanska a base de eso, confianza y aprovechando las dudas con las que la polaca había entrado en el partido. Un primer juego que se llevaba la de Caracas en forma de break y que dejaba bien claro que la número 20 del mundo quería meterse sí o sí en la final.

Las bolas se le quedaban cortas a la de Cracovia que no se encontraba cómoda sobre la pista central del All England que estaba a reventar con 15.000 almas que querían presenciar un buen partido de tenis. Su rival le seguía buscando las cosquillas y cada saque era un suplicio para la número 13 del mundo que veía como tenía que sudar tinta china para seguir metida en el primer set y el partido.

Muguruza se llevaba el primer set con un contundente 6-2

Agazapada permanecía Garbiñe que volvía a aprovecharse de las imprecisiones de la polaca para a romper su saque y colocarse con un cómodo 4-1 con dos breaks en el zurrón cuando apenas se llevaban 20 minutos de partido. Era el comienzo de partido soñado tanto para la española como para los aficionados que desde España apoyaban a la nueva sensación del tenis mundial.

El set avanzaba con claro color español. En el octavo y definitivo juego de la primera manga, a base de grandes derechas profundas y a las líneas, Muguruza se llevaba, en blanco el juego y el primer set por un contundente 6-2 y en apenas 34 minutos de juego. Todo se ponía de cara para la hispano-venezolana que había pasado por encima de la de Cracovia en esta primera manga.

Garbiñe Muguruza en Wimbledon 2015. Foto: Wimbledon

Radwanska resurge de sus cenizas

Poco cambiaba la decoración en el segundo parcial. Al igual que ocurriera en el primer set, la número 20 del mundo dejaba en nada el servicio de Radwanska, conseguía el break y se ponía con 1-0 también en el segundo. Muguruza hacía levantar de sus asientos a los románticos del deporte de la raqueta que se agolpaban en la coqueta pista central del abierto más prestigioso del mundo. Con una planta envidiable, de blanco impoluto, rostro de concentración la de Caracas caminaba rumbo a la final con paso firme y sin dar el menor síntoma de debilidad ante una rival, con mejor ranking que ella.

La polaca buscó su momento y lo aprovechó a la perfección

Pero esto eran las semifinales de Wimbledon y no todo iba a ser de color de rosa. Por ello la polaca, que parecía no estar metida en el partido, volvió a meterse de lleno en él cuando en el sexto juego del segundo set rompía el servicio de la española para poner el 3-3. Era la primera bola de break para la de Cracovia, que era aprovechada a las mil maravillas por la tenista que se había impuesto en cuartos de final a Madison Keys.

Radwanska se vino arriba ante los errores no forzados de la tenista de Caracas y tras cumplir con nota con su servicio, volvía a conseguir otro break cerrando el segundo parcial 3-6 y poniendo las tablas en un choque que se iba a decidir en el tercer set.

Un tercer set de ensueño

El tercer parcial dejó claro lo abierto que estaba el choque. Un break en contra para cada uno de las mujeres que estaban en pista 1-1. Tras este loco comienzo, los puntos inverosímiles y de calidad aparecían y se dejaban ver en un partido que tras el 3-2 empezaba a ser histórico para la historia del tenis español.

Muguruza se mete en la primera final de Grand Slam de su corta carrera tenística

En el sexto juego, la de Caracas rompía el saque de la de Cracovia con un tenis espectacular, en el punto decisivo que dotaba a la española de este break casi decisivo para el devenir del partido, un globo sencillamente espectacular dejaba constancia de la calidad que a sus 21 años tiene la tenista venezolana de nacimiento. El 4-2 ponía ahora sí franco el choque para ella.

Con 5-3 y servicio para la española, el último juego del partido fue un fiel reflejo de lo que fue el choque. Garbiñe salvaba un 30-40 en contra, con mucho sufrimiento y se acababa haciendo con el juego, el set y el partido gracias a un error a la hora de pedir un ojo de halcón de la polaca y a un gran servicio de la número 20 del mundo.

Muguruza se clasifica así, por primera vez en su carrera para la final de un Grand Slam, emula a Arancha Sánchez Vicario y buscará el sábado la victoria y hacerse con el prestigioso torneo londinense dejando así atrás la hazaña de Conchita Martínez del año 1994 en su victoria ante Martina Navratilova.

Garbiñe Muguruza en Wimbledon 2015. Foto: Wimbledon