Es un clásico en el calendario tanto WTA como ATP. Luminosidad, mar, organización perfecta y ambiente festivo. Estos son los ingredientes de un valor seguro en el calendario, un torneo que se lleva celebrando en modalidad femenina desde el año 2009, y que supone una manera idónea de desprenderse del estrés generado por un Grand Slam como Wimbledon, y de ganar puntos y confianza de cara a futuras citas.

Serena, máxima protagonista

Así lo ha debido pensar Serena Williams. Sorprende y agrada a partes iguales la presencia de la estadounidense en este evento, apenas unos días después de ganar en Londres. La de Florida declaró sentirse muy ilusionada con el torneo, afirmando que "estuve aquí hace dos años y me sentí como si estuviera de vacaciones. Fue una gran experiencia y lo pasé muy bien (...) Estaba ansiando regresar."

Serena ganó en la edición de 2013, y parece claramente superior a todas sus rivales en este 2015. Solo una excesiva relajación de la estadounidense podría dar alguna posibilidad a jugadoras como Stosur, Strycova o Barthel, vigente campeona del evento.

Ilusionante presencia española

La presencia de Serena da brillo a un evento con buenas jugadoras, donde habrá presencia española de la mano de Lourdes Domínguez-Lino, Lara Arruabarrena y Sara Sorribes, que buscarán imponer su juego sobre tierra batida, su superficie predilecta. Especialmente ilusionante resulta la presencia de la joven Sorribes, cuya progresión va sin prisa pero sin pausa, siendo ya 140 del mundo y buscando acabar el año entre las 100 mejores, lo cual supondría un logro teniendo en cuenta que tiene aún 18 primaveras.

El estado de forma de Lourdes Domínguez-Lino hace pensar que puede ser una jugadora muy competitiva en este evento. Asentada en el puesto 91 y con grandes actuaciones en los últimos meses, la pontevedresa puede erigirse en una competidora que dé mucha guerra en Bastad.

Ya en 2009 ganó una española, como María José Martínez, dando la sorpresa frente a Wozniacki, por lo que las tres representantes hispanas buscarán un resultado de alto calibre. ¡Qué comience el espectáculo!