Bélgica afrontaba la jornada de sábado con relativa tranquilidad. Las dos victorias del viernes en los partidos individuales le colocaban en clara ventaja para conseguir el billete a semifinales, por lo que el partido de dobles, el punto que más igualado se presuponía, no debía afectarles mentalmente en caso de derrota, conscientes de que el domingo tendrían dos buenas opciones para sumar el tercer punto que daría el pase a la penúltima ronda de la competición.

Justamente en el lado opuesto se encontraba Canadá, que debía aferrarse a su fortaleza en esta eliminatoria para llegar con opciones al domingo y confiar en que la presión hiciese mella en los jugadores locales. Daniel Nestor y Adil Shamasdin, dos excelentes doblistas, constituían la única esperanza del país norteamericano de intentar llegar a las semifinales del torneo.

Pero el destino correspondía a los belgas, que también lograron la victoria en el partido de dobles y finiquitaron la eliminatoria por la vía rápida, haciendo buenos los pronósticos y consiguiendo un contundente 3-0. Sin embargo, el encuentro comenzó con mucha igualdad por parte de ambas selecciones, que mezclaban aciertos y errores a partes iguales. Un break a favor de Ruben Bemelmans y Kimmer Coppejans les permitió cerrar el primer set por 7-5, y la afición belga comenzó a soñar ya con el triunfo. Pero la alegría duró pocos minutos, porque los canadienses reaccionaron en la segunda manga y se impusieron por un contundente 6-3, enmudeciendo el escenario del partido y alimentando las esperanzas norteamericanas.

Cuando todo hacía indicar que el partido se iba inclinando a favor de los visitantes, apareció la mejor versión de la pareja local, que, espoleados por la hinchada, fue mejorando su juego con el paso de los minutos y creciendo sobre la tierra batida de Ostende. Una rotura de servicio permitió a los belgas imponerse en el tercer parcial por 6-4, mientras que en la cuarta manga, con los canadienses afectados moralmente, los doblistas europeos confirmaron su buen partido y cerraron el parcial con 6-3, provocando la explosión de júbilo de Bélgica y otorgando el primer pase a semifinales de la Copa Davis desde 1999.

En la penúltima ronda de la Copa Davis 2015, Bélgica se enfrentará a Argentina, que también solventó por la vía rápida su eliminatoria de cuartos de final ante Serbia por 3-0.