Australia encaraba los dos últimos partidos de la eliminatoria en Darwin con una desventaja de dos puntos en el marcador. En un principio estaba pensado que los representantes australianos en esta cita tan importante fuesen Kokkinakis y Kyrgios, pero el capitán decidió cambiar a última hora su estrategia y escogió a Groth y Hewitt, pareja que consiguió el punto de dobles. Por su parte Kazajistán no quiso modificar su primera selección y sería Kukushkin el tenista que jugaría contra Groth y Nedovyesov el que disputaría el partido final contra Lleyton Hewitt.

Los primeros en salir al césped de Darwin fueron Groth y Kukushkin. El australiano llegaba en un gran estado físico y psicológico después de estrenar la pasada jornada el marcador australiano en el partido de dobles. Solo había un precedente de este encuentro. Fue el pasado año en las pistas de Indian Wells y se terminó imponiendo el kazajo por dos sets a uno. Groth ocupa cinco puestos menos en el ranking que su rival, con lo cual se podía prever un partido igualado en el que podía ganar cualquiera de los dos tenistas. Comenzó el partido y pudimos ver que el local se lo iba a jugar todo con su potente servicio. Kukushkin confiaba también en su saque, y tenía mas posibilidades de sorprender con el resto. El partido estaba trepidante cuando Groth pegó un golpe encima de la mesa y consiguió romper el segundo servicio del kazajo. El parcial se ponía de cara a Groth y muy cuesta arriba a Kukushkin. El kazajo luchó todo lo que pudo y estuvo cerca del break, pero no consiguió materializarlo y vio como su rival se ponía por delante en el marcador.

El partido podía caer de cualquiera de los dos lados, y solo un error de concentración en Kukushkin le permitió al australiano llevarse el primer parcial. El segundo set comenzó como el primero. Ambos tenistas tenían la misma baza: sus saques; un error con el servicio podía costar fácilmente el set. Fue el kazajo quien intentó más en este parcial, y estuvo muy cerca de conseguirlo con una bola de set, pero finalmente desembocó en un tie break donde el australiano dejó clara su condición de sacador y se puso con dos sets de ventaja.

Groth celebrando su victoria. (Foto: Getty images)
Sam Groth en Copa Davis 2015. Foto: daviscup

Lo más justo a estas alturas de partido hubiesen sido las tablas, pero el saque es muy importante en la hierba y el de Groth se imponía sobre el de su rival. Kukushkin no podía fallar ya, un fallo que le condenase a perder el set le daría el punto de la igualada a su rival. Con esta mentalidad y la presión que conlleva supo jugar muy bien sus cartas el kazajo. No perdía la calma con su saque y esperaba pacientemente en el resto. Esta actitud le llevó a conseguir el primer break del partido a su favor y anotarse el tercer set para reducir diferencias.

Siendo realista, Groth había bajado el rendimiento desde el principio del partido, Kukushkin supo mantener el nivel y eso le estaba llevando a jugar mejor que su rival, pero tenía el hándicap del marcador desfavorable. Comenzó el cuarto parcial con ilusión para el de Kazajistán y con nervios para el tenista local. El set fue una oda a los servicios. No se veían capaces de hacer roturas, pero de nuevo era Kukushkin el que quería más. El parcial terminó por decidirse en la muerte súbita donde el kazajo corrió la misma suerte que la vez anterior. Groth, con más corazón que juego, consiguió doblegar a su rival e igualar la eliminatoria a dos. Esta se decidiría en el último partido.

El todo por el todo se lo iban a jugar Hewitt y Nedovyesov. Era la primera vez que estos dos tenistas se iban a enfrentar en la pista. El favorito era Lleyton Hewitt, jugador que tiene especial facilidad para jugar sobre la hierba; por el contrario, Neodvyesov prefiere la superficie dura y era consciente que, con el público en su contra y un gran tenista enfrente, iba a tener muy difícil consumar la sorpresa eliminando a Australia de la Davis. Además Hewitt tenía un aliciente extra para este partido: si perdía sería su último partido en la Copa Davis.

El primer set estuvo muy parejo. Es cierto que Hewitt comenzó con más intensidad y consiguió un break de ventaja, pero Nedovyesov supo reaccionar a tiempo para igualar el marcador y jugárselo todo en la muerte súbita. Aquí el australiano se impuso con contundencia y acaparó todos los aplausos de la pista en Darwin. Nedovyesov estaba jugando bien, pero enfrente tenía al espíritu del que fuese el mejor tenista del mundo. A partir de aquí parece que Lleyton se metió en una máquina del tiempo en la que se encerró como en número 279 del ranking y salió de ella aquel chaval que dejo boquiabiertos y enamoró a los aficionados del tenis alcanzando en número uno del ranking. Los dos siguientes sets los jugó este chaval ante el cual Nedovyesov solo pudo mirar impertérrito y ver como la pista central de Darwin, llena hasta la bandera para ver al mejor tenista australiano de la historia, se rendía a los pies de aquel veterano que volvió a ser el número uno para consumar la remontada de todo un país.

A pesar del mal comienzo de la eliminatoria con las derrotas de Kokkinakis y Kyrgios, que dieron alas a los kazajos, fueron los más veteranos: Groth y Hewitt, quienes se echaron al equipo a la espalda para terminar remontando la eliminatoria y pasar a las semifinales de la Copa Davis.