Los idílicos paisajes alpinos no parecen calmar el fuego interior que carcome a Feliciano López cada vez que salta a la pista en este 2015. Lejos de aprovechar este influjo de energía canalizándola en buen juego, Feliciano se pierde en grotescos monólogos que divierten y desesperan a partes iguales. Numerosos son los partidos que ha perdido debido a esta incomprensible actitud, pero hoy dio un golpe de timón a tiempo para permanecer en el torneo.

Grotesco inicio y reacción por inercia

Con su reciente esposa en la grada apoyándole, Feliciano saltó a la pista con la ilusión de comenzar una nueva etapa. Se esperaba que su enlace matrimonial calmara los ánimos de un negado Feli, pero el primer set fue un duro revés para todos los aficionados.

Feliciano se perdió en monólogos pesimistas y sarcásticos

Quejándose desde el primer punto, sin asumir los errores y, lo que es peor, los aciertos del rival, faltando el respeto tanto al público como a su rival con su actitud, y dando claras señales de arrogancia. Así vagó por la pista de Gstaad el español, y perdió merecidamente el primer parcial por 6-2. 

A pesar de tener argumentos tenísticos, la mentalidad del toledano no parecía la idónea para remontar un partido. Julian Reister, 789 del mundo y procedente de la previa, no supo aprovechar la ocasión, y se le vieron mucho sus amplias limitaciones para jugar en tierra batida. Reister cayó como fruta madura; en cuanto se centró mínimamente Feli, el teutón cedió. En el décimo juego, se acumularon errores de Reister y Feli igualaba el encuentro, entre gritos sarcásticos mirando a su palco y diciendo "bien, qué bueno soy eh, sí señor".

La decepción inundó a Reister, que no pudo mantener el nivel que le permitiera continuar con opciones, y pronto cedió su servicio ante un Feli algo más centrado. Ya está en cuartos de final el español, y buscará las semifinales ante el colombiano Santiago Giraldo, otro jugador que llega en horas bajas. Mucho habrá de mejorar Feliciano, en todo caso, para poder optar a algo importante en Gstaad.