Los días pasan y con él, a caballo, avanzan las jornadas del torneo de Hamburgo. Los tenistas que quedan en el cuadro del torneo alemán disputaban la primera jornada de los octavos del final del torneo. En esta ronda estaban enmarcados los partidos que enfrentarían a Jerzy Janowicz contra Pablo Cuevas y a Andreas Seppi contra Florian Mayer. Todo estaba listo en la arcilla alemana para que diesen comienzo las luchas por alcanzar una plaza en los cuartos de final.

El partido que dio el pistoletazo de salida fue el que enfrentó a Janowicz contra Pablo Cuevas. El tenista polaco llegaba tras ganar al nipón Taro Daniel; Cuevas se jugó el billete de los octavos contra Schwarztman. Los dos tenistas se iban a enfrentar en un gran estado de forma para ambos. El estilo de juego es muy parecido: ambos tenistas tienen paciencia para jugar los punto, pero a Janowicz le gusta imprimir más potencia en sus golpes mientras que el uruguayo busca colocar las pelotas a las líneas. En cuanto a ranking Cuevas le saca veinte puestos al polaco; Janowicz está en puesto cincuenta y uno mientras que su rival está en el trigésimo primer escalón del ranking. El partido se esperaba muy igualado en el que los dos tenistas iban a tener su oportunidad, pero el favorito en las quinielas era Pablo Cuevas, jugador más experimentado en tierra batida.

El partido comenzó con un break de Cuevas a Jerzy que iba a condicionar el devenir del set. La rotura permitió que el juego de Cuevas fuese más relajado y que Janowicz estuviese más nervioso sobre la pista. A pesar de los nervios, el polaco supo coger las riendas del partido y consiguió romper el servicio del uruguayo para poner la igualada en el marcador. Poco duró la igualada ya que el tenista sudamericano hizo una contra rotura que le volvía a poner por delante. El partido estaba siendo una muestra de la paciencia que tienen los dos tenistas; Cuevas no perdía los nervios y movía a su rival de un lado a otro de la pista. Janowicz corría todas las bolas esperando la oportunidad de dar rienda suelta a su derecha y cerrar el punto con un golpe ganador. La paciencia dio sus frutos y Cuevas se apuntó el primer parcial. El segundo set no tuvo mucha miga: Janowicz tenía la presión propia del tenista que pierde el primer set y Cuevas estaba relajado consciente del colchón que le permitía arriesgar con sus golpes. El set estuvo muy igualado y, un error en el servicio de Cuevas permitió al polaco igualar la contienda.

Cuevas devuelve una bola. (Foto: www.taringa.net)

Con el partido igualado a un set, todo iba a quedar para el último parcial. El empate era lo más justo y estaba por ver cual de los dos tenistas podía dar un poco más y conseguir el billete a los cuartos de final que tan caro estaba costando. En el tercer set salió a relucir la calidad de uruguayo que en seguida se erigió como favorito rompiendo el primer servicio del polaco. Janowicz era consciente que la rotura le iba a costar cara y su desesperación era visible. Cuevas no perdió los nervios y, con una nueva rotura, consiguió embarcarse dirección a los cuartos de final mientras a Janowicz le queda una amarga sensación de haber dejado escapar el tren sin ser peor que su rival.

Otros que se disputaban el pase a los cuartos de final eran Seppi y Mayer. El italiano quería continuar su progresión para intentar estar entre los veinte mejores tenistas del momento. Por su parte, Florian Mayer, quería demostrar ante su público que todavía le queda tenis en sus manos. Un tenista venido a menos que quería sorprender a su público. Con esta presentación el favorito era Seppi, pero los entendidos daban lugar a la sorpresiva victoria del alemán. Las bolas comenzaron a volar de un lado al otro de la red. Seppi comenzó con muchas dudas y Mayer, como buen veterano, sabía aprovechar sus oportunidades contra las debilidades de su rival. Los tenistas mantenían sus saques, cierto es que Mayer lo conseguía con mayor facilidad. El italiano no terminaba de definir su estilo de juego. Esto hizo que Mayer aprovechase la opción que tuvo de hacer rotura y tomó ventaja en el primer set del partido. Apunto estuvo Seppi de igualar la afrenta, pero Mayer supo resolver la parte final con maestría y tomó ventaja.

Seppi era consciente de que empezaba un partido nuevo. Ya no podía fallar y debía centrarse en su juego. La concentración fu mayor a raíz de la pérdida de set, pero Mayer no bajó el nivel de juego y ponía en aprietos al italiano. Seppi mejoró con el discurrir de los juegos y era él quien ponía en apuros al tenista local. Se iba agrandando Seppi y en la recta final del set consiguió hacer dos roturas que le permitieron igualar la batalla. A Mayer le empezaba a pesar al físico y Seppi había crecido por momentos en la recta final del set. Al igual que en el anterior partido, todo se iba a decidir en el tercer y definitivo set. Mayer no consiguió rehacerse y perdió sus dos primeros servicios del parcial dejando encarrilado el partido. De poco sirvió la rotura que hizo Mayer con tiempo para reaccionar. Seppi se convirtió en un gigante ante el cual nada pudo hacer el alemán.

Así pues, con estas dos victorias, cargadas de intriga y sufrimiento, son Pablo Cuevas y Andreas Seppi los dos tenistas que sellan sus billetes y se plantan en los cuartos de final del torneo de Hamburgo.