Todo era felicidad. El tenis de Pablo Andújar fluía como el agua de manantial, limpio, fresco y arrollador a su paso. Finalista en el Conde de Godó, alcanzando la tercera ronda de un Grand Slam por primera vez en su carrera, y haciéndolo por partida doble, tanto en París como en Londres...hasta que el camino de rosas acabó en un abrupto acantilado por el que el conquense ha precipitado.

Vladivostock. Andrey Rublev. Esos son los nombres propios que han dado un giro de 180º a la temporada de Pablo Andújar. El tenis alegre del español ha tornado en desconfianza y desesperación, tras una nueva derrota en la competición por equipos nacionales. Tardó en reponerse de su fracaso en Brasil el año pasado, y parece que de nuevo perder en la Copa Davis le pasará factura al jugador de Cuenca.

Bellucci, curtido en mil batallas

Sabio jugador donde los haya el brasileño, supo leer a la perfección el partido. Es ya un veterano de las pistas, por lo que le cuesta entrar en calor en los partidos. Ésto fue aprovechado por un Andújar que salió a pista sólido y con ilusión. Tras un buen primer set, el español se impuso por un prometedor resultado de 6-3.

Pero Bellucci era consciente de lo difícil que le resulta al español mantener la intensidad durante mucho tiempo de partido. Salió fuerte en los primeros compases del set y logró el break. Andújar se agarró a la pista como buenamente pudo, y consiguió mantener su saque a duras penas, obligando al brasileño a sacar para ganar el set. Con 5-3 acudieron ciertos dudas a Bellucci, que cometió varios errores no forzados permitiendo entrar de nuevo en el partido a Andújar.

El español sufrió en 2013 ante Bellucci una dolorosa derrota en Copa Davis

Y ahí fue donde el español se inmoló. Poco incisivo con su servicio, cometió varios errores pero pudo enmendarlos con una sencilla volea alta de derecha, que le hubiera permitido poner el deuce en el marcador del juego. Andújar vio viejos fantasmas y estrelló contra la red un golpe más que asequible. 6-4 para Bellucci y el comienzo de la caída por el precipicio.

Y es que el tercer set fue todo un despropósito para el español. Parado de piernas, negativo de mentalidad e impotente ante la manifiesta superioridad del jugador brasileño. Bellucci prontó tomó ventaja y castigó al español con un contundente 6-1 final. Regreso a casa de Andújar sin haber cumplido con los objetivos, y con la casi certeza de que no podrá ser cabeza de serie en el Us Open si no lo hace muy bien en los Masters 1000 de Norteamérica.

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Sobre el autor
Diego Jiménez Rubio
Fui Coordinador General de Más Deportes y Viajes, y miembro del Consejo de Dirección de VAVEL España. Me encanta comunicar mi pasión por el turismo y el deporte, y hacerlo con responsabilidad y profesionalidad.