Baghdatis no ha dicho la última palabra. Enterrado en vido por muchos entendidos del tenis, y relegado a la trastienda del mismo, el chipriota está teniendo la humildad de renunciar a sus privilegios de antaño, cuando era uno de los mejores del mundo, y buscar puntos en torneos menores, incluso en Challengers.
Ésto le ha permitido adquirir un ritmo de competición muy notable, que ha quedado plasmado en varios torneos durante este 2015, donde se vio al mejor Baghdatis. En Zagreb y Notthingham, el chipriota alcanzó las semifinales, cayendo ante García-López y Denis Istomin, respectivamente. Pero una nueva oportunidad de resarcirse se le presente a Marcos en Atlanta.
Pospisil, tímido en momentos cumbre
Con la confianza que supone llegar tras hacer un gran torneo en Wimbledon, el canadiense buscaba con ahínco obtener el primer título de su carrera profesional. Se le dan bien estas pistas, como atestigua el hecho de ser finalista en Washington el año pasado, por lo que se esperaba un Pospisil peleando por el título.
Pero Baghdatis fue mucho Baghdatis. El chipriota parece empeñado en hacerse con el quinto título de su carrera, datando su última conquista del año 2010. Una sequía de cinco años para un jugador con gen competitivo, y para el que supondría mucho el poder levantar de nuevo un título ATP.
El partido estuvo muy igualado gracias al buen rendimiento al servicio del canadiense. Rompió el saque en una ocasión el bueno de Vasek, pero no sirvió más que para despertar a la fiera chipriota, que acabó adjudicándose el primer set por 6-4.
Gilles Muller será el rival de Baghdatis
Continuó sacando a las mil maravillas Pospisil, con siete saques directos y un 89% de puntos ganados con primer servicio. Ésto le permitió conducir el partido al tiebreak, al no poder aprovechar la oportunidad que tuvo para romper el servicio del de Limassol. Fue en la muerte súbita donde se vio a un Baghdatis con mayor motivación y decisión a la hora de ganar, jugando con mucha cabeza los puntos clave, y certificando su pase a semifinales.