Dominic Thiem, primer cabeza de serie del torneo, ha conseguido dar un paso más en su objetivo de conquistar el título de Kitzbühel. Jugar en casa es una motivación extra que se le añade a los tenistas, pero durante la jornada de hoy el jugador de 21 años ha sobrevolado la pista con una montaña rusa de brillantes golpes con típicos errores del tenista de Wiener Neustadt. No todo ha sido culpa suya, el gran tenis propuesto por Albert Montañés a lo largo del torneo se ha visto plasmado en un primer set donde ha sabido competir y salvar situaciones de gran dificultad. Al final sus molestias han impedido que el catalán pudiera mantenerse en pista tras cinco juegos de la segunda manga.

Finalmente, el encuentro no ha podido concluir para lástima de los asistentes que estaban viendo un choque lleno de grandes golpes por parte de ambos tenistas, además de ver que iba ganando su tenista local. El tie-break en la primera manga evidenció la diferencia con la raqueta entre un jugador y otro dando la ventaja parcial a Thiem. Una ventaja que aumentaría con una rotura que terminaría siendo estéril.

Oda al buen tenis en Austria

El partido comenzaba con ese aroma competitivo de los dos jugadores, luchando por cada pelota y mostrando desde el primer servicio sus incansables ganas de vencer el partido. En juego estaba el último obstáculo antes de la gran final en este torneo ATP.

El primer servicio del austriaco comenzó con dudas pese a que iba encaminado a hacerse con el juego de una manera sencilla. Los golpes de Montañés hacían correr por toda la pista a su rival y el cambio de registro le permitían dominar en fases del juego. No obstante, el saque aparecía en los momentos más tensos ejemplificando que tiene mucho tenis para mostrar. La concentración del español era máximo y lo dejó claro en su primera intervención al saque no dando opciones al rival.

A partir de aquí, una concatenación de grandes golpes entre los dos tenistas, sobre todo del restador, que se mostraba más cómodo en la pista. Tanto el español como el austriaco mostraron sus mejores acciones en el saque del contrario, algo que provocó que no pudieran reaccionar y que las roturas de saque se fuera sucediendo.

Albert Montañés en 2015. Foto: atpworldtour

El momento más caliente en el encuentro llegó con 5-3 a favor de Thiem y saque para él, donde Montañés con varias paralela derrumbó el muro que había colocado el austriaco en ese juego desde la línea de fondo para solventar una duro tramo de partido como reflejaba sus rostro con varios momentos de queja. Al final, el tie-break decidió a favor del tenista local dando un recital de poesía donde cada derecha se correspondía a una palabra y cada punto a una rima.

Montañés acusa el esfuerzo inicial

La segunda manga daba a entender al público que sería igual de divertida con un inicio de órdago con golpes vertiginosos y una fuerte explosividad en cada celebración. No obstante, la realidad no mostró esta sensación y tras cinco juegos el tenista catalán decidió no seguir el encuentro por unas molestias.

Un quinto juego que ejemplificaba el dolor del español cediendo una manga donde puso escasos problemas para que Thiem llevara a cabo un break vital en su idea de vencer el encuentro. Al final no sirvió más allá de la alegría del tenista que se ve en las semifinales del torneo de casa.