El público canadiense esperaba expectante para ver al ídolo local, Milos Raonic, que llegaba a “su torneo ubicado en el octavo puesto del ránking ATP y con el zurrón aún vacío de títulos en lo que a esta temporada se refiere. Para encontrar la última victoria final del de Podgorica tenemos que remontarnos al año pasado, en el ATP 500 de Washington cuando el residente en Montecarlo logró conquistar el trofeo germano.

El duelo entre cañoneros, en esta segunda ronda del Masters 1000 de Montreal se antojaba interesantísimo tras el flojo partido que antecedió a este entre el número uno del mundo, Novak Djokovic y el brasileño Thomaz Bellucci. Raonic se había librado de la disputa de la primera ronda del torneo, mientras que el balcánico ya había tenido que luchar para vencer al polaco Jerzy Janowicz para acceder a esta segunda ronda.

Ninguno de los dos tenistas cedieron su saque y se jugaron el partido en la lotería del tie-break

El primer set fue sumamente igualado con un fuerte servicio por parte de ambos tenistas. El de Zagreb lograba un inmaculado porcentaje de 76% en primeros servicios, clave para La manga inicial avanzaba camino de un tie-break en el que el “visitante” fue mejor y llegaron los errores no forzados, en el peor momento, del número ocho del mundo. Karlovic se hacía de una tacada con el primer set y conseguía su 10.000 ace, colocándose a menos de 200 de los 10.183 logrados por Goran Ivanisevic.

Con esa inyección de moral se plantó el gigantón croata en un segundo parcial que seguía el mismo guión que el primero. El residente en Zagreb no cedía ni una sola bola de break, mientras que Raonic tenía que salvar hasta un total de seis para llegar a un tie-break con el que se hizo, de nuevo, el número 23 del ránking ATP enmudeciendo la pista central del torneo canadiense. Un público que no daba crédito a lo que estaban viendo sus ojos, su ídolo se quedaba fuera el torneo a las primeras de cambio en una hora y 41 minutos de juego.

Karlovic mostró su entereza con 22 aces, derrotó a un rival de nivel y se verá las caras, en octavos de final, con el ganador del partido entre el argentino Leonardo Mayer y el francés Jeremy Chardy.

Fotografía: Telegraph