Nada puede lograrse sin una preparación exhaustiva, y un ritmo de competición notable. Eso es lo que se busca en los torneos previos a un Grand Slam, y aún más antes del Us Open. Tras la concatenación de las temporadas de tierra batida y hierba, muchas de las favoritas deciden relajarse y tomarse un descanso estival, que bien puede dar aire de cara al resto de la temporada, o puede suponer un total estancamiento.

Toronto y Cincinnati se erigen en opciones idóneas para recuperar la tensión competitiva, y llegar en la mejor forma posible a Nueva York. Sin embargo, fue precisamente esa excesiva relajación previa a Toronto, la que hizo que muchas jugadoras de la élite no tuvieran un buen rendimiento, entre las que destacan las españolas Carla Suárez y Garbiñe Muguruza.

Estados Unidos, el país de las oportunidades

Es consabido por todas las jugadoras y aficionados, el bullicio existente en las pistas de Flushing Meadows. En Cincinnati ya se podrán ir acostumbrando las tenistas a la sangre caliente del público estadounidense, que crea un gran ambiente en las pistas, animando a sus jugadoras pero mostrándose muy respetuoso con las rivales.

Serena Williams y Simona Halep intentarán dar continuidad a su buen rendimiento en Toronto, mientras que María Sharapova buscará recuperar sensaciones positivas. Parte como segunda cabeza de serie, así que no se cruzaría con la menor de las Williams hasta una hipotética final.

Makarova, única ausencia significativa entre las mejores del ránking

El cuadro reúne a la flor y nata del circuito femenino, con la única ausencia destacable de Ekaterina Makarova. Tenistas del nivel de Madison Keys, Samantha Stosur, Jelena Jankovic, Camila Giorgi o Victoria Azarenka no partirán como cabezas de serie, lo que puede dar lugar a sorpresas en las primeras rondas. También es destacable la presencia de Coco Vandeweghe, al recibir una wildcard de la organización. La estadounidense viene de hacerlo muy bien en Wimbledon y su potente saque es un arma letal en estas pistas duras.

En lo que concierne al tenis español, resulta preciso destacar la extrema relevancia que tiene este torneo para las dos únicas representantes de este país en el cuadro final. A expensas de cómo le vaya a Lara Arruabarrena en la fase previa, tan solo Garbiñe Muguruza y Carla Suárez serán de la partida, en un evento que no se les da especialmente bien.

Garbiñe cayó a las primeras de cambio el año pasado, frente a Annicka Beck. No defiende puntos, lo que la sitúa en una posición idónea para seguir escalando puestos en el ránking. La hispanovenezolana habrá de mostrarse mucho más intensa de piernas y concentrada, que en Toronto, haciendo ver que su derrota en Canadá fue un mero despiste.

Carla buscará salir del bucle negativo en que lleva sumida meses

Por parte de la canaria, es preciso recordar que en 2014 alcanzó los octavos de final, cayendo ante Elena Svitolina. El torneo estadounidense se presenta como una especie de plebiscito para Carla, que acumula ya cuatro derrotas consecutivas, y no parece tener la frescura física y mental que demostró en la temporada de tierra batida europea.

Serena defiende título

Tan solo ha podido ganar en una ocasión este torneo, la menor de las Williams, y fue en 2014 venciendo en la final a la serbia Ana Ivanovic. Pareció totalmente recuperada en Toronto, de las molestias físicas que la obligaron a retirarse en Bastad, y ya tiene la vista puesta en Nueva York.

En Cincinnati se viene jugando desde 2004, y ninguna jugadora ha sido capaz de ganar en más de una ocasión el torneo. Además de Serena, hay otras tres jugadoras que han sido capaces de reinar en esta ciudad, y que estarán presentes en la edición de 2015, como son Jelena Jankovic (2009), María Sharapova (2011) y Victoria Azarenka (2013). La bielorrusa guarda buenos recuerdos de este evento, ganando en una final épica a Serena, por lo que buscará la inspiración para seguir escalando puestos en el ránking.

En definitiva, se presenta un torneo con muchos alicientes, en el que la igualdad y la emoción imperarán desde las primeras rondas, con jugadoras de muy alto nivel que no parten como cabezas de serie, y pueden erigirse en el verdugo de algunas de las favoritas. Un aperitivo de gran calidad antes del plato fuerte. ¡Qué comience el espectáculo!