Cinco derrotas consecutivas, cuatro en primeras rondas, hacían transcurrir el verano de Carla Suárez Navarro. No obtenía ese gran juego que le había hecho meterse por primera vez entre las diez mejores jugadoras del mundo y las rivales tampoco ayudaban para ir cogiendo ritmo y confianza.

Sin confianza

La estadounidense, queriendo demostrar su buen juego ante su público, acudió a la pista central de Cincinnati con gran confianza. No obstante, en el otro lado de la pista apenas estaba teniendo oponente ya que la española en ningún momento se encontraba cómoda. Consiguió nada más comenzar la rotura y en el siguiente juego tuvo algún que otro problema pero por culpa de sus errores.

Otra rotura más hizo que avanzara hacía la adjudicación del primer set a pasos agigantados. Se colocó con 5-1, teniendo que sufrir por primera vez en el duelo por algún atisbo de la número 10 del mundo. Salvó dos bolas de rotura y se llevó el parcial por 6-1 en menos de media hora.

El cuento no cambió y Sloane seguía jugando con muy poca inquietud y gozando del partido. La rotura para la estadounidense hizo a Carla caer más con el término de concentración pero siguió luchando intentando conseguir algo positivo de este duelo. En el quinto juego, la número 10 mundial sacó un juego muy importante consiguiendo golpes ganadores y cosechando un juego con mejores sensaciones.

No fue nada más que una ilusión aquel buen game. Dio muchas facilidades y cometió infinitos errores no forzados para que Sloane Stephens sacara con 5-2 intentando llevarse un partido que apenas tuvo historia. En pocos instantes, pudo la española demostrar la enorme calidad que desprenden sus raquetas. Además, la estadounidense fue muy consistente demostrando estar en un gran estado de forma. Su siguiente rival saldrá del partido que disputarán la germana Mona Barthel y la australiana Casey Dellacqua, las dos provenientes de la previa.