Siempre es noticia derrotar a Serena Williams para después ganar un campeonato de categoría Premier 5 ante Simona Halep. Ese título no supuso ninguna presión para la joven número 12 mundial aunque más gente estuviera pendiente de ella y en las dos primeras rondas de Cincinnati doblegó a jugadoras como Anguelique Kerber o Flavia Penneta. Sin embargo, en los octavos de final Lucie Safarova no iba a ser el único problema de la pupilo de Martina Hingis.

Comenzó el partido con un break gracias a los errores de la número dos checa que comenzó muy fría. Aún así, los problemas estaban creciendo, los dolores en el brazo iban a más a medida que el duelo tomaba minutos. Los golpes con su derecha no llevaban potencia, apenas pasaban del cuadro de saque y sus servicios iban con efecto pero sin hacer daño.

Lucie se puso muy rápido por arriba, pero el padre de Bencic acudió a pista sugiriéndole que siguiera en la lucha. La fisioterapeuta le vendó donde los problemas físicos para ver las sensaciones que la joven de 18 años podía tener. Sin embargo, todo iba igual, Belinda apenas podía darle a la bola con su derecha y las lágrimas resaltaban su rostro.

No pudo sacar adelante más servicios suyos y cuando cayó con 6-2, se dirigió hacia Lucie Safarova para explicarle lo que le sucedía mediante un abrazo. La suiza abandonó la pista con lágrimas mostrando el lado oscuro del deporte. Su siguiente objetivo será estar plenamente para la cita del último Grand Slam del año que comenzará en menos de dos semanas.

Por su parte, la actual finalista de Roland Garros, que ocupa esta semana su mejor puesto en el ranking mundial. Ha entrado por sexta vez esta temporada en unos cuartos de final. Su rival saldrá del partido que disputarán la ucrania Elina Svitolina, verdugo de Bouchard y Caroline Garcia. La mujer que sentenció a Petra Kvitova.