Los viejos rockeros nunca mueren. A pesar de los años y sus implacables efectos, Lleyton Hewitt sigue mostrando la ilusión y el entusiasmo de quien debuta en un Grand Slam. El eterno tenista australiano sabe que esta es su última puesta en escena en Flushing Meadows y por ello desea que su estancia en Nueva York sea tan larga como su tenis y, sobre todo, sus piernas se lo permitan.

La pista once, más llena de lo habitual, presentaba una atmósfera en la que temor, morbo y expectativas eran los ingredientes principales. A pesar de la teórica superioridad del que fuese campeón en 2001, nadie quería perderse el que podría ser el último partido de la leyenda australiana. No obstante, y para alivio de los allí presentes, Hewitt decidió que este no era día para despedidas.

Intratable en el primer set

Arrancó el encuentro y por lo visto en los primeros compases, era difícil creer que uno de los dos jugadores tuviese 34 años. Tocado por una varita, Lleyton Hewitt salió a la pista como un torbellino. Todo lo que hacía lo hacía bien. Por el contrario, Nedovyesov, más acostumbrado al circuito Challenger, acusó la falta de experiencia en citas de semejante envergadura.

Fotografía: US Open

Los número hablan por sí solos, y es que el kazajo solo ganó siete puntos en los 20 minutos que duró el primer set. Para más inri, Nedovyesov cedió sus dos primeros servicios en blanco y cuando quiso darse cuenta, el 6-0 ya lucía en el marcador.

Las molestias de Nedovyesov frenaron la progresión

El "rosco" en el primer set, despertó al bueno de Aleksandr, que igualó el partido en cuanto a juego. Mantuvo su primer turno de saque con solvencia y apretó al resto, aunque no pudo aprovechar las dos bolas de rotura de las que dispuso.

En el tercer y cuarto juego, el australiano y el kazajo se intercambiaron los breaks, pero la sensación era de cierta superioridad por parte de Nedovyesov. En el octavo juego, Aleksandr dispuso de hasta tres bolas de break, pero no pudo aprovecharlas. Hewitt forzó el tie break y en esa situación límite, los nervios volvieron a pasarle una mala jugada a Nedovyesov, que perdía el segundo parcial por 7-6.

Aleksandr Nedovyesov (Fotografía: US Open)

Las molestias físicas impidieron al kazajo seguir luchando y tras ceder su servicio en blanco, tuvo que retirarse. De esta forma, Lleyton Hewitt sigue con vida en su último US Open. El próximo rival del de Adelaida saldrá del duelo entre el bosnio Damir Dzumhur y el también australiano Bernard Tomic.