Wawrinka llegaba al Louis Armstrong Stadium para comenzar a buscar sensaciones en pista dura tras su retirada en Canadá y una discreta actuación en las pistas de Cincinnati. Enfrente iba a tener al español Albert Ramos Viñolas que llegaba directo de la arcilla de Cordenons en Italia. Wawrinka era favorito porque la preparación del torneo la traía mejor preparada que el español. Además de la preparación había que tener en cuenta la gran diferencia del ranking y que Albert Ramos nunca ha ganado un partido a Stan. Wawrinka buscaba convencer en el primer partido y el tenista catalán buscaba la épica.

Ventaja desaprovechada en todos los sets

Albert Ramos comenzó el partido muy bien plantado en la pista. El catalán estaba jugándole de tú a tú al suizo que estaba vagando por la pista cual fantasma errante. Wawrinka no se encontraba cómodo y cometía numerosos errores no forzados, sobre todo con su revés. Albert aprovechó que Stan no estaba del todo cómodo en la pista para apretar y producto de la intensidad del juego dele español llegó la primera rotura del servicio al suizo. Se vio un destello de calidad del tenista helvético en el siguiente juego para poner el contrabreak, pero una vez logrado el objetivo el suizo volvió a su letargo. Albert Ramos era el jugador que intentaba más mientras que su rival se limitaba a defenderse de las acometidas de su rival e intentaba depurar sus golpes para no cometer tantos errores no forzados. En el final del set Wawrinka pegó un nuevo apretón que se tradujo en la rotura definitiva del servicio de Albert Ramos quien perdió el primer envite.

Albert Ramos se había echado todo el peso del primer set a sus espaldas. Wawrinka se limitaba a pegar duro a la bola sin preocuparse lo más mínimo el trayecto que trazase la bola antes de dar el primer bote. A pesar de estar más apático en la pista, supo aprovechar el momento clave para tomar ventaja en el marcador.

Wawrinka incrementó la intensidad de piernas al final de cada set

El segundo set comenzó con un Albert Ramos con ganas y fuerza. El catalán logró romper el primer servicio del suizo y se puso un break arriba en el electrónico. Este hecho provocó un cambio en el juego del español que comenzó a guardar fuerzas cuando restaba para dejarse todo en los servicios e intentar hacer que el tempranero break derivase en la consecución del segundo set. Parecía que la táctica estaba dando sus frutos.

Además Wawrinka parecía no reaccionar y seguía jugando bastante feo con numerosos errores no forzados. En el octavo juego, cuando parecía que nada le podía salir mal al español, apareció “Stanimal”. El suizo sacó a relucir el repertorio de sus mejores golpes para romperle dos veces el servicio a Ramos y tomar una holgada ventaja en el marcador.

Albert Ramos pegando a la bola. (Foto: Getty Images)

La pérdida del segundo set fue muy dolorosa para el tenista español ya que le había dominado casi por completo. Solo le fallaron las fuerzas en el tramo final del set; no supo cerrar bien el segundo parcial y enfrente tenía al número cinco del ranking que no iba a desaprovechar tan favorable ocasión para morder en la yugular a su presa. Una injusta pérdida del segundo set auguraba el hundimiento del español.

A pesar de lo doloroso de la derrota, al catalán pareció no afectarle lo más mínimo y siguió plantándole cara al tenista helvético. El intercambio de golpes entre ambos tenistas era corto puesto que ambos buscaban dar un golpe certero que su rival no alcanzase. A ninguno de los dos les interesaba el peloteo y el desgaste físico que este conlleva. Los juegos se iban sucediendo sin ninguna rotura hasta que Albert Ramos rompió en el undécimo juego para ponerse 5-6 arriba. Parecía imposible que con el juego demostrado se le escapase el set al español, pero de nuevo Wawrinka supo responder cuando más falta le hacía y forzó el tie break. En la muerte súbita el tenista español seiguió dando la cara, pero de nuevo Wawrinka, jugando al ralentí, se hizo con el set definitivo.

Wawrinka se medirá al joven Chung en segunda ronda

Albert Ramos tuvo una eliminación muy digna del US Open. El español no notó el cambio de la arcilla al cemento y plantó cara al mismísimo cinco del ranking y flamante campeón del Rolang Garros. A pesar del buen juego del tenista catalán, Wawrinka con menos supo hacer más y eso le valío para pasar de ronda. El suizo avanza entre un mar de dudas tanto por su condición física como por su juego; sigue sin depurar el revés que tanto problemas le trae. En segunda ronda le espera, a priori, un rival más asequible: Chung.