La palabra solvencia puede incluir una nueva acepción en el capítulo de sinónimos, que indique el nombre de David Ferrer. El jugador español es una roca y un seguro de vida en torneos importantes, donde a pesar de no llegar en su mejor momento, se muestra fiable y sólido como el que más. Tras una lesión en el codo que le ha mantenido fuera de las pistas desde Roland Garros, el alicantino no busca excusas y se afana en recuperar pronto sensaciones. Y qué mejor manera que hacerlo ganando.
Partido muy digno de Krajinovic
Tuvo una dura prueba el español. El joven jugador serbio de 23 años, Filip Krajinovic confió en sus posibilidades en todo momento, y realizó un partido excepcional, incluso por encima de sus posibilidades. Siendo su primera comparecencia en segunda ronda de un Grand Slam, Krajinovic fue ambicioso y jugó muy agresivo en todo momento.
El encuentro comenzó muy igualado, con un Ferrer al que le costaba entrar en juego y el servicio le mantenía en el encuentro, y un Krajinovic más cómodo de lo esperado. Duelo de tú a tú que se decantó por esos intangibles tan importantes en el tenis; esos momentos en los que el brazo se les arruga a los buenos jugadores, mientras que a los mejores se les activan las piernas y sacan su mejor tenis. Esto último es lo que hizo Ferrer, que aprovechó ciertas duda del serbio para aprovechar la única bola de break de la que dispuso.
Todo hacía indicar que el nivel del serbio bajaría progresivamente, al no haber podido recoger frutos de un gran primer set. Y mucho más cuando el de Jávea tomaba ventaja en los primeros compases del set. Sin embargo, puso de manifiesto que aún le queda mucho para alcanzar su mejor nivel, y dejó entrar de nuevo en el partido hasta en dos ocasiones al de Sombor. Pero la historia se volvió a repetir. Cuando los latidos del corazón se aceleran, la muñeca del serbio se aflojó y las piernas del alicantino aceleraron. Break en el undécimo juego y tierra de por medio.
El español mostró una gran capacidad de recuperar situaciones adversas
Ferrer había sido capaz de escabullirse del gran tenis de un Krajinovic que no perdió la cara al partido en ningún momento. Tanto fue así que se mantuvo el equilibrio hasta el noveno juego, momento en que Ferrer cometió algunos errores y Krajinovic se encontró sacando para adjudicarse la tercera manga. De nuevo aparecieron las dudas. Irremediablemente, Krajinovic ha mostrado una gran debilidad mental. Cuando más cerca estaba de conseguir algo importante, su tenis bajó muchos enteros.
Chardy será el siguiente rival de Ferrer
David localizó el problema y se agarró a la pista. Break para igualar el set a cinco juegos, y puntilla final en un tiebreak en el que de nuevo los nervios le jugaron una mala pasada al tan talentoso como dubatitativo jugador serbio. Gran Ferrer que sigue mostrando su aura de campeón, y recuperando sensaciones de cara a encuentros más complicados. El primer de ellos será ante Jeremy Chardy, contra el que buscará entrar en octavos de final.