Belinda Bencic, vigente vencedora en Cincinnati sufrió de lo lindo  en  la segunda ronda del US Open a manos de la tenista japonesa Misaki Doi teniendo que remontar un set adverso para acabar vencieno por 5-7, 7-6 (3) y 6-3. Una de las llamadas a romper la hegemonía de Serena Williams tuvo que tirar de todo lo que atesora para salvar una derrota inesperada que la hiciera baja de la nube en la que estaba instaurada Bencic durante la temporada veraniega. La joven tenista helvética que roza las posiciones de top ten fue incapaz de desarrollar su juego desde el fondo durante el principio del partido y fue sorprendida por una tenista humilde y que sin nada  que perder se plantó en Nueva York y deleitó al público con un gran partido.

Doi rozó la victoria con la punta de los dedos.

Muy cerca tuvo Doi la hazaña 7-5, 6-5 arriba para la tenista japonesa. Hasta tres bolas de break disfrutó Doi en un partido en el que la tenista nipona no remató y acabó pagándolo caro dejando con vida a Bencic. La joven suiza que acabó llorando al final de segundo set sufrió de lo lindo por las decisiones dentro y fuera de pista por parte de los jueces que cometieron diversos errores que pudieron costarle caro a Bencic a finales del segundo set.

Tie break y monólogo de Bencic

Tras tirar de épica y remontar en el tie break el partido, Bencic, con más vidas que un gato regresó a pista con la intención de poner la directa hacia la tercera ronda del último grande de la temporada donde los aficionados tienen puestas muchas expectativas en ella como una de las máximas aspirantes a tambalear el trono de Serena Williams a la que ya sabe como vencer sobre pista rápida esta temporada.Rápidamente Bencic en el tercer set puso la directa y se desmarcó con dos breaks de una tenista nipona que no pudo encajar la decepción de no matar el partido cuando lo tenía todo  a favor y a pesar de no darse por vencida no encontró la fuerza necesaria para competir con una Bencic superior en los momentos claves del choque. Bencic no se agarrotó y cerraría el set y el partido por 6.3. Esta victoria puede marcar un antes y un después en la tenista suiza que supo sufrir y sobreponerse a un día turbio.