Número uno del mundo y actual dominador del circuito masculino, Novak Djokovic se encuentra en el mejor momento de su carrera y es el máximo favorito para conseguir el título en todos los torneos que disputa. Su progresión en los últimos años ha sido espectacular, pues a la calidad que siempre ha mostrado sobre la pista añadió la mejora en los aspectos físico y mental, los dos puntos débiles de su juego cuando comenzó a codearse con los entonces intratables Roger Federer y Rafa Nadal. Así, a estas alturas, el balcánico acumula nueve títulos de Grand Slam y ha llegado a la final en 15 de las últimas 20 ocasiones que ha disputado uno de los grandes torneos del calendario.

Este año está siendo realmente espectacular para ‘Nole’. El jugador serbio ha logrado dos de los tres Grand Slam (Australia y Wimbledon) y cuatro de los seis Masters 1.000 disputados hasta el momento, llegando al menos a la final en todos los torneos de dicha entidad que ha jugado. Pero su superioridad no se refleja únicamente en las estadísticas, sino también en su juego. Eficaz al servicio, letal al resto, golpes precisos de derecha y revés, y una capacidad defensiva y de lectura del juego al alcance de muy pocos han situado a Novak Djokovic en la cima del tenis mundial, un lugar en el que en estos momentos se antoja difícil que haya otro tenista.

Otra característica del número uno mundial es su capacidad de reinventarse y reponerse ante las adversidades, ofreciendo un alto nivel de juego. Djokovic llegaba a este US Open 2015 tras haber perdido las finales de Canadá y Cincinnati, unas derrotas que podrían haberle afectado anímicamente en el inicio del torneo. Sin embargo, el serbio superó sin dificultades la primera ronda, cruzándose en la segunda con el tenista austriaco Andreas Haider-Maurer, un jugador que no termina de encontrar la irregularidad en su juego.

Un tenis imparable

Pese a las enormes diferencias entre ambos tenistas, el partido comenzó igualado, y ambos jugadores lograron con mayor o menos dificultad mantener su servicio. Pero el ‘chacal’ se caracteriza por aprovechar cualquier error del rival para hacer daño en el marcador, y esta vez no iba a ser menos. Djokovic aprovechó la única oportunidad de ‘break’ para colocarse en ventaja en el marcador y cerrar el set por 6-4.

Foto: Elsa | Getty Images North America.

A partir de ese momento, Haider-Maurer sólo pudo asistir impotente a un nuevo recital tenístico del jugador balcánico. ‘Nole’ se mostró muy seguro con el servicio (obteniendo grandes porcentajes), acertado en sus golpes ganadores y, sobre todo, limitó sus errores no forzados, una de sus principales virtudes como tenista. Las estadísticas quedaron reflejadas en dos nuevos ‘break’ conseguidos en esta segunda manga, lo que le permitió cerrar el parcial con un contundente 6-1.

El guión del partido ya estaba escrito y Novak Djokovic sólo tuvo que mantener el nivel para cumplirlo. Altísimos porcentajes con el saque, pocos errores no forzados, y consiguiendo el triple de golpes ganadores que su rival, unos números que sólo pueden traducirse en victoria, más aún cuando se trata del número uno del mundo. De nuevo dos roturas del servicio del jugador austriaco permitieron al balcánico finalizar el partido con 6-2.

Novak Djokovic volvió a mostrar todas sus virtudes sobre una pista de tenis y alcanzó sin dificultades la tercera ronda del US Open 2015, donde se enfrentará al italiano Andreas Seppi.

VAVEL Logo