El tenis estadounidense está viviendo una gran época en categoría femenina. La actual número uno del mundo y dominadora del circuito femenino, Serena Williams, lleva varios años en la élite de este deporte y va camino de convertirse en la mejor tenista de la historia. Además, no hay ahora mismo en el ránking WTA ninguna tenista que pueda quitarle la primera plaza en un futuro a corto plazo, por lo que Estados Unidos continuará liderando el tenis femenino. Además, hay una serie de jóvenes jugadoras estadounidenses que van en proyección de situarse entre las mejores en los próximos años, por lo que tanto el presente como el futuro del deporte de la raqueta en el país norteamericano está garantizado.

Tres alegrías...

Una de estas jugadoras, quizá la que más talento tenga, es Madison Keys. A sus 20 años, la tenista nacida en Illinois posee un talento excepcional, y sólo necesita la solidez mental que aporta la experiencia para asentarse en el circuito y situarse entre las diez mejores jugadoras del planeta. Keys llegó al US Open 2015 como la cabeza de serie número 19, pero su estilo de juego hace pensar que puede llegar lejos en el último Grand Slam de la temporada. Tras un debut solvente, la estadounidense se vio las caras en segunda ronda con la checa Tereza Smitkova.

En apenas 54 minutos, Madison Keys derrotó a la jugadora centroeuropea y mostró ante su público que posee los mimbres suficientes para convertirse en una de las mejores jugadoras del circuito en los próximos años. Impecable al servicio, con un total de 19 golpes ganadores y sólo once errores no forzados, la jugadora norteamericana no dio ninguna opción a su rival y la superó en todas las facetas del juego. Su estilo directo desarboló por completo a Smitkova, que cayó derrotada por un contundente 6-1 y 6-2. Keys se enfrentará en tercera ronda a la polaca Agnieszka Radwanska.

La jornada del tenis estadounidense vivió dos triunfos más en esta segunda ronda del US Open 2015. La primera de la protagonizó Bethanie Mattek-Sands, que no tuvo ninguna dificultad para superar a su compatriota Coco Vandeweghe. La jugadora de 30 años fue muy superior a su rival y sólo cedió tres juegos ante otra de las jóvenes norteamericanas con una gran proyección en el circuito. Sin embargo, la mayor experiencia de Mattek-Sands en este tipo de encuentros se reflejó sobre la pista dura de Flushing Meadows.

La triunfadora consiguió mejores porcentajes de servicio y menos golpes ganadores que Vandeweghe, pero la principal diferencia radicó en los errores no forzados. La joven norteamericana cometió un total de 25, mientras que Bethanie Mattek-Sands sólo cometió nueve, siendo más efectivo en sus golpes y mostrándose más concentrada durante todo el encuentro, lo que le sirvió para ganar por un contundente 6-2 y 6-1, y enfrentarse en tercera ronda a la máxima favorita al título, Serena Williams.

La tercera victoria de Estados Unidos en el cuadro femenino llegó gracias a la jugadora de 25 años Madison Brengle. La jugadora nacida en Dover necesitó menos de una hora para derrotar a su compatriota Anna Tatishvili por 6-3 y 6-2. Brengle tiró de un tenis práctico para superar a su rival, que cometió numerosos errores no forzados. Además, y pese al menor número de golpes ganadores, la igualdad entre ambas jugadoras con el primer y segundo servicio provocaron esta contundente victoria, que permite a la estadounidense alcanzar la tercera ronda del US Open por primera vez en su carrera. Su próxima rival será la estonia Anett Kontaveit.

... y dos decepciones

Pero el tenis femenino estadounidense también sufrió dos derrotas en esta jornada del US Open 2015. La joven Lauren Davis no consiguió poner en aprietos a la rusa Ekaterina Makarova, cabeza de serie número 13 del torneo estadounidense. La tenista norteamericana se mostró muy imprecisa en sus golpes, fruto de los nervios de jugar ante su público, y cometió demasiados errores no forzados ante una rival que aprovechó cada una de las concesiones de su rival para colocarse en ventaja.

Foto: Streeter Lecka | Getty Images North America.

Además, Davis no logró llegar al 40% con el primer servicio y apenas pudo contrarrestar el saque de la jugadora europea, siendo incapaz de inquietar desde el resto a su rival. Así, y con 13 golpes ganadores menos que su rival, Makarova sólo tardó 67 minutos en ganar el partido con un marcador de 6-1 y 6-2.

La segunda y última derrota de una tenista estadounidense la protagonizó Jessica Pegula. La jugadora neoyorquina jugó ante su público y llevó a Dominika Cibulkova al tercer set, pero la mayor experiencia de la jugadora europea terminó por decantar el duelo de su lado. El partido fue muy igualado y ambos jugadores consiguieron unas estadísticas similares en la mayoría de las facetas del juego, lo que obligó a las dos tenias a llegar al parcial definitivo.

Pegula y Cibulkova lograron el mismo número de golpes ganadores (30), pero la estadounidense cometió seis errores no forzados más, una pequeña desventaja que acabó costándole la derrota. Aún así, la joven tenista norteamericana dio muestras en Nueva York de que, pese a tener mucho margen de mejora, puede llegar a las últimas rondas de los grandes torneos en los próximos años.

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