Milos Raonic es algo más que un simple cañonero, El canadiense, que ayer no tuvo el día con su mejor arma, demostró que también sabe jugar de fondo y, sobre todo, en la red. Aunque solo consiguió dos aces más que Verdasco (18-16), Raonic se mostró intratable en la red, donde ganó 24 de los 26 puntos que disputó (92%).
Por los precedentes, se preveía un partido tenso y muy igualado, que se decidiría por los pequeños detalles. Y así fue. El español y el canadiense nos brindaron casi tres horas de espectáculo y juego vertiginoso.
Los despistes condenaron a Verdasco
Cuando te enfrentas a un jugador como Milos Raonic, estar concentrado con tu saque desde el primer turno es fundamental, y Fernado Verdasco no lo estuvo. A las primeras de cambio, el madrileño cedió su servicio, un error que contra Raonic tiende a ser letal. Raonic, por su parte, mantenía su saque con relativa comodidad. Una nueva rotura en el séptimo juego terminó por condenar al del Chamartín, que perdía el primer set por 6-2.
Ya en el segundo, ambos tenistas subieron su fiabilidad con el servicio, sin dar ninguna opción al rival. Pero en el noveno juego, de importancia capital, los errores condenaron al madrileño, que entregaba su servicio y ponía el parcial en bandeja de plata a Raonic. El canadiense no falló y cerró el set por 6-4, poniendo así pie y medio en la tercera ronda.
Reacción tardía
Fernando Verdasco, a pesar de su carácter indomable, es hombre de remontadas. Contra su costumbre, el español decidió concentrarse y se prometió a si mismo no volver a fallar en los momentos claves.
Raonic no daba ninguna opción con el saque, subiendo a red con asiduidad y haciéndolo de forma magistral. Cuando las tornas cambiababan, sin embargo, era Verdasco el que dominaba el fondo con su privilegiada derecha. El tie break parecía ser el destino inevitable del set y en él, Fernando supo mantener los nervios y acortar distancias en el marcador.
El cuarto parcial se desarrolló en términos similares al anterior hasta Verdasco desperdició cuatro bolas de break en el cuarto setel noveno juego. El miedo a la remontada encogió el brazo de Raonic que concedió hasta cuatro bolas de break, las primeras del encuentro. No obstante, Verdasco desperdició la oportunidad y en el tie break, con la cabeza aun en ese fatídico juego, no plantó cara al canadiense, que se plantaba de esta forma en tercera ronda del último Grand Slam del año.
El siguiente rival de Milos será otro español, Feliciano López, en un partido en el que no se esperan muchas roturas de servicio, y que ya se produjo en el Abierto de Australia. Allí, se impuso Raonic en cuatro sets, en lo que correspondía a los octavos de final.