Mientras infinidad de artículos y debates sobre su estado se hacen eco en todos los medios, Rafael Nadal sigue a lo suyo: trabajar día a día y no pensar más allá del siguiente partido. A pesar de las buenas sensaciones en los dos primeros partidos, Nadal no cree "que haya hecho los deberes suficientes este año como para ganar aquí".

Se acabaron ya aquellos días de "ganar solo con el nombre". En la "He hecho lo que se debe hacer estos días: ganar"actualidad, Rafa debe luchar cada partido y eso es lo que precisamente hizo ante el argentino Diego Schwartzman. "He luchado el partido hasta el final. Lo he jugado bien y he estado con la actitud adecuada para hacer lo que se tiene que hacer estos días: ganar" -declaró el manacorí tras su victoria. Rafa se sintió "sin tantos altibajos" como en el partido ante Coric y espera mantener la línea ascendente ante su gran rival de esta temporada, Fabio Fognini.

Las sensaciones que Nadal deja sobre la pista, evidencian que aun está muy lejos de su mejor nivel, ese que, según él, sale a relucir en los entrenamientos. "Cuando uno viene con confianza juega mejor de lo que entrena, cuando viene con más dudas es lógico que uno juegue más nervioso de lo que entrena" -admitió el campeón de 14 Grand Slams.

(Fotografía: ATP)

Fue entonces cuando llegaron las ya habituales preguntas sobre la continuidad de su equipo, su posible retirada y esa serie de asuntos que cada vez irritan más al balear: "Parece que soy el número 200 en cada rueda de prensa y soy el 8 del mundo (...) Si digo la verdad o soy honesto sobre lo que me pasa, parece que es algo malo. No sé lo que queréis de mí".

Más allá de estas declaraciones, Nadal hizo gala de su indudable "Yo creo en este equipo. Si tengo que cambiar algo es en mí"educación y contestó a todas las cuestiones. En cuanto a la continuidad de su equipo técnico, Rafa, que se declaró como único culpable de su situación, despejó cualquier duda: "He tenido una carrera increíble con este equipo y yo creo en este equipo. Estamos en el buen camino y no sé qué va a pasar en el futuro, pero si tengo que cambiar algo es a mí, no a la gente que me rodea".

Si algo caracteriza al ex número uno del mundo es su cabeza bien amueblada, que parece destacar aun más en estos malos momentos. "Para todo el mundo hay un principio y un final. Estamos aquí pero algún día no estaremos. Todo el mundo se ha ido y el deporte continúa. Tenemos que promover a las nuevas generaciones para que el tenis esté en una buena posición en el mundo del deporte" -concluyó Nadal, ya centrado en su difícil partido contra Fognini.