Hay tenistas especiales. A lo largo de la historia de este deporte han surgido jugadores que tienen ese gen competitivo que les convierte en ganadores, independientemente de encontrarse al más alto nivel tenístico o no. Esa clase de deportistas son aquellos que posteriormente alcanzan la cima y escriben páginas brillantes en la historia del deporte. En la actualidad, podemos encontrar algunos jugadores del circuito que poseen esta cualidad tan endémica, pero sin duda el que más demuestra poseer esta característica es Novak Djokovic.

El actual número uno del mundo se ha convertido en los últimos años en el dominador del tenis masculino. Sus virtudes tenísticas son excepcionales para la práctica de este deporte, pero además, el jugador serbio posee ese factor mental y genético que le convierte prácticamente en invencible, convirtiéndolo en el máximo favorito al título en todos los torneos que disputa. En estos momentos, Djokovic se encuentra en Nueva York disputando el cuarto y último Grand Slam de la temporada, el US Open.

Tras dos primeras rondas con rivales asequibles y que el tenista balcánico solventó por la vía rápida, su rival en la tercera ronda fue el italiano Andreas Seppi, cabeza de serie número 25 del torneo. El jugador italiano cuenta con gran experiencia en el circuito y ha demostrado a lo largo de su carrera que es capaz de poner en dificultades a los mejores. Pero esta vez los pronósticos se cumplieron y Novak Djokovic logró el pase a la cuarta ronda de la competición tras imponerse al tenista transalpino en tres sets.

Resiliencia balcánica

El serbio comenzó el partido al servicio y logró sumar tres de los cuatro primeros puntos al meter el primer saque, y dominar el punto a partir del resto forzado de su rival. Seppi tampoco tuvo demasiados problemas para mantener su servicio, colocando el 1-1 en el marcador. Pero en el tercer juego se produciría la primera sorpresa, inesperada por el momento y la forma en que se produjo. El jugador italiano rompió el servicio de Djokovic gracias a un golpe ganador y tres errores no forzados del serbio, que cometió demasiados en estos primeros juegos del partido.

Sin embargo, el tenista balcánico demostró por qué es el número uno del mundo y se repuso a la perfección, devolviendo el ‘break’ a su oponente. En el siguiente turno de saque, ‘Nole’ encadenó tres golpes ganadores de manera consecutiva y recuperó el mando del partido. Andreas Seppi volvió a igualar la manga tras otro error no forzado del serbio, pero ahí terminaría la igualdad en este primer parcial.

Djokovic comenzó a limitar los errores no forzados y a aumentar los puntos ganados en intercambios relativamente largos, lo que comenzó a desnivelar el choque. El jugador serbio ganó su servicio, volvió a romper el servicio de su rival con otro golpe ganador y terminó cerrando el set con un marcador de 6-3 en 40 minutos.

Instinto asesino

La igualdad volvió en el segundo set, donde ambos jugadores fueron manteniendo su servicio sin demasiadas dificultades. Sin embargo, en el undécimo juego, el instinto asesino de Novak Djokovic salió a relucir una vez más. El balcánico comenzó a poner en aprietos a su rival y dispuso de varias oportunidades de ‘break’, logrando definitivamente romper el saque de su rival gracias a un error no forzado de Andreas Seppi.

Djokovic tenía en su mano la posibilidad de cerrar el set, una situación que no desaprovechó el número uno mundial. El juego se complicó y llegó a ponerse con 30-30, pero un saque directo y una volea sirvieron al serbio para cerrar el set por 7-5 y situarse a tan sólo seis juegos de lograr la victoria y el consiguiente pase a la cuarta ronda del US Open 2015.

Sin perdón

El tenista balcánico no quería desaprovechar la oportunidad de cerrar lo más pronto posible el partido, y se puso manos a la obra nada más comenzar el set. Con 1-1 en el marcador, ‘Nole’ logró un ‘break’ tras ir 40-15 abajo en el juego, tirando de su calidad tenística y su inteligencia para superar a su rival. Seppi quiso responder inmediatamente y se colocó 0-40 en el siguiente juego, pero terminó volteando el marcador y se colocó 3-1 arriba y en clara ventaja para ganar el tercer set.

Djokovic supo contrarrestar a la perfección cada 'break' del italiano

El serbio logró mantener sin dificultades sus dos siguientes turnos de saque, mientras que Andreas Seppi tuvo algunos apuros para conseguir mantenerse en el partido, llegando a situarse 5-4 abajo. Djokovic tuvo su saque para cerrar el partido, pero el italiano quería seguir presentando batalla y se colocó 15-40, logrando el definitivo 5-5 gracias a una doble falta del balcánico.

Y cuando más dificultad había en el partido, Novak Djokovic volvió a mostrar su gen de campeón. El número uno del mundo rompió el saque de su rival y se colocó 6-5 en el marcador, terminando de cerrar el partido con el definitivo 7-5 gracias a dos buenos golpes desde el fondo de la pista y un saque directo. Con esta victoria, Novak Djokovic avanza sin ceder una sola manga a la cuarta ronda del US Open 2015, donde se enfrentará al español Roberto Bautista.