En el deporte ocurren cosas curiosas, sorprendentes, cosas que nadie podría esperar y que en muchos casos cambian el curso habitual de los acontecimientos. En Nueva Delhi hubo resultados totalmente inesperados, pero no tuvieron repercusión en el marcador global. La República Checa era favorita, y lo confirmó, aunque con luces y sombras.

Devvarman y el dobles checos sorprenden

Después de que Lukas Rosol se impusiera por 6-2, 6-1 y 7-5 a un voluntarioso pero falto de argumentos Bhambri, el público indio vibró con el juego de Somdev Devvarman. Situado en el puesto 164 del mundo, el treintañero sorprendió a un Vesely muy errático. El joven jugador checo, que viene de hacer un gran año, sucumbió al "virus Copa Davis", sintiendo el peso de representar a todo un país y la presión de tener que ganar a un rival claramente inferior a él.

No solo no lo hizo, sino que se vio apabullado por un Devvarman crecido ante su público. El 7-6 (3), 6-4 y 6-4 con que finalizó el encuentro en favor del indio, hacía saltar las alarmas en el equipo europeo, que veía cómo podía quedar en desventaja después del punto del dobles.

Y es que la pareja formada por Boppana y Paes parecía imbatible a priori. Un punto que se daba por hecho caería del lado indio, pero nada puede darse por hecho cuando Radek Stepanek está en una pista de tenis. El veteranísimo fue secundado de manera magistral por Pavlasek, y pudieron ante una pareja india falta de entendimiento y sobrada de egos. 7-5, 6-2 y 6-2 fue el resultado final.

Se decidió no jugar el quinto partido, ya intrascendenteLa desolación y falta de esperanza se traslucían en el rostro de los aficionados locales, que sabían que solo un milagro podría darles el ascenso. Vesely no dio concesiones esta vez; supo aprender de la derrota y salió con mucha determinación hacia la victoria. La consiguió con un marcador de 6-3, 7-5 y 6-2 ante Bhambri, y certificó el mantenimiento del equipo checo en la máxima categoría. En 2016, la República Checa estará en disposición de buscar de nuevo la Ensaladera.