Estados Unidos tenía que viajar hasta Uzbekistan para disputar su eliminatoria del playoff por la permanencia en el Grupo Mundial de la Copa Davis. El viaje tan largo era la principal preocupación del combinado norteamericano, que teóricamente era superior a su rival. Tampoco beneficiaba a la selección estadounidense el hecho de jugar fuera de casa, un factor que cobra especial importancia en esta competición, pero aún así, el combinado dirigido por Jim Courier figuraba como máximo favorito en todas las apuestas.

La selección norteamericana viajó con Jack Sock y Steve Johnson para los duelos individuales, mientras que la pareja formada por el propio Johnson y Sam Querrey formarían pareja en el dobles. Así, la principal figura de Estados Unidos, John Isner, se quedó en territorio estadounidense, por lo que el número uno del equipo americano pasó a ser Jack Sock, un jugador de 22 años que este año ha dado un paso adelante a su juego y se ha situado entre los 30 mejores tenistas del mundo

Una actuación estelar

Y el jugador nacido en Nebraska se convirtió de manera inesperada en el héroe de Estados Unidos. Pese a ser su primera participación en la Copa Davis, Sock consiguió las dos victorias en los enfrentamientos individuales, teniendo ambas una gran importancia en el devenir de la eliminatoria. La primera llegó para poner el 1-1 en el global, pues el nº1 uzbeko, Denis Istomin, había derrotado en un partido trepidante a Steve Johnson (6-1, 3-6, 7-6, 6-7 y 7-5) y había dado el primer punto y un atisbo de esperanza a la selección local.

Pero entonces emergió la figura de Jack Sock, que derrotó sin problemas a Farrukh Dustov por 5-7, 3-6 y 2-6, e igualó la eliminatoria, cortando de raíz la ilusión uzbeka. El tercer punto, decisivo en la gran mayoría de eliminatorias de Copa Davis, cayó del lado estadounidense, que no dio opción a la pareja rival y estableció el 2-1 en el global de la eliminatoria tras vencer por 3-6, 2-6 y 2-6. Sin embargo, el domingo ambas selecciones tendrían que terminar de decidir la eliminatoria, con Estados Unidos a un solo paso de asegurar su permanencia en el Grupo Mundial.

Y de nuevo fue el turno de Jack Sock, que derrotó en cuatro sets a Denis Istomin (2-6, 6-2, 4-6 y 4-6) para dar el tercer y definitivo punto a Estados Unidos, que salvaba un viaje complicado y se mantenía con los mejores gracias a la excelente actuación de un joven estadounidense al que no le pudieron ni la presión ni los nervios de su primera cita en la Copa Davis. Jack Sock va camino de convertirse en nuevo ídolo del tenis norteamericano, y en Uzbekistán dio la primera muestra de que puede liderar a esta selección en el futuro.