Después de su convocatoria con el equipo español para jugar la eliminatoria de la Davis contra Dinamarca, Fernando Verdasco volvía a jugar un torneo con aspiraciones individuales. Con la resaca de la eliminatoria, el madrileño viajó hasta Francia para jugar el Moselle Open en Metz. Enfrente iba a tener a una de las mayores promesas del tenis mundial, un tenista que con solo dieciocho años ocupa la septuagésima sexta plaza en el ranking mundial. El nombre de este tenista es Alexander Zverev, jugador perteneciente a una familia ligada al deporte de la raqueta. Ninguno de los dos tenistas se habían enfrentado con anterioridad y, a pesar de que les separan treinta y seis puestos en el ranking, se esperaba que los dos tenistas jugasen un encuentro muy igualado. Ninguna raqueta se erigía como la favorita para pasar la eliminatoria.

El partido comenzó con dudas para los dos tenistas. Zverev, que es un buen sacador, no convencía iniciando él el punto; Verdasco, que es más fondista, tampoco rendía bien con sus servicios. Las primeras bolas de break llegaron emparejadas a favor del español en el tercer juego. El tenista alemán las salvó y gozó de una en el siguiente juego que no supo aprovechar.

Los dos tenistas habían apostado por jugar desde el fondo buscando sacar al rival de la pista. Tanto Verdasco como Zverev estaban bien plantados en la pista y no conseguían el ansiado break. El tenista español era el que más lo intentaba, pero el set desembocó en la muerte súbita. En el tie break Verdasco no se encontró muy cómodo y con sus errores no forzados le dio el primer parcial a su rival.

El primer set estuvo muy igualado en fuerzas. Los dos tenistas comenzaron con dudas, pero pronto se asentaron en la pista y consiguieron ser solventes con los servicios. Verdasco fue el que más lo intentó, pero sus intentonas no tuvieron éxito. Al final fue el alemán quien supo meter una marcha más y aprovechó los errores de su rival para conseguir la ansiada ventaja. Verdasco tenía que seguir la línea del buen juego y aprovechar las dudas del alemán.

Zverev golpeando la bola. (Foto: Getty Images)
Foto: Getty Images

El segundo parcial comenzó bien para la raqueta española. Mantuvo su primer servicio y en el primero de Zverev aprovechó la bola de rotura que le concedió su rival. La rotura le valía al madrileño y comenzó a jugar más defensivamente, lo que obligó a arriesgar más en los golpes a Zverev. Verdasco seguía desplegando un gran juego y volvió a tener dos bolas de rotura que no supo aprovechar. Después de estas dos bolas Zverev tuvo la oportunidad de igualar el marcador, pero tiró por la borda las cinco oportunidades que tuvo para hacerlo. Después de los sustos para los dos tenistas, el partido volvió a normalizarse y ambos mantuvieron los servicios. Todavía le quedó una oportunidad más a Zverev con una bola de break que levantó Verdasco para igualar el partido a un set.

Los dos tenistas estaban en la cúspide de su juego. En el ecuador del set pudo cambiar el devenir del encuentro, pero el español estuvo hábil para mantener el break de ventaja en el marcador. El partido se igualaba e iba a comenzar uno nuevo en el que los dos tenistas jugarían en la cuerda floja sin margen de error.

El tercer y definitivo set comenzó con una bola de rotura para Verdasco que no supo materializar. Con un impecable servicio, el de Madrid volvió a jugarse el todo por el todo con el resto y gozó de una nueva bola de break que tampoco aprovechó. El tenista español estaba haciendo los mejores saques del partido, pero apuraba tanto las líneas en el resto que las bolas salían a los pasillos o iban pasadas de fuerza al fondo. Zverev se defendía como podía de los ataques de Verdasco, pero no conseguía entrar en el partido.

El buscado break lo consiguió Verdasco en el sétimo juego después de tener dos bolas de break. La rotura llegó después de que el árbitro concediese un ojo de halcón a Zverev y se viese que la  bola se fue al pasillo por un par de centímetros. El madrileño cumplió con creces con el servicio consiguiendo hacer valer la rotura en blanco. Con un Zverev abatido por las circunstancias, Verdasco cerró el encuentro con una nueva rotura.

El partido tuvo la igualdad esperada, Verdasco empezó desde el principio siendo superior, pero los errores del tie break le dieron la ventaja a su rival. Zverev supo aprovecharse de la debilidades del español en el primer parcial, pero la inexperiencia del alemán contra la experiencia del español le permitieron a Verdasco poner la igualada en el electrónico. El español fue superior en todo momento al alemán y en el set definitivo bordó los servicios. Fernando Verdasco ya tiene la mente puesta en la siguiente ronda donde le tocará enfrentarse al luxemburgués Gilles Muller que se deshizo de Bedene en dos sets.