No ha de ser nada sencillo para una adolescente jugar contra una tenista de 32 años y ganadora de Grand Slam. Esto es lo que tuvo que afrontar Belinda Bencic en Tokio, al verse las caras con la talentosa Samantha Stosur, una jugadora siempre aguerrida y que lucha hasta el final, explotando con su actitud las muchas virtudes que tiene su juego.

Durante más de dos horas, la suiza y la australiana se batieron en duelo apasionante, con altibajos por parte de ambas pero un excelso nivel de tenis como preponderante. El juego completo y versátil de ambas propició que se desencadenara una batalla de gran belleza, en la que el ímpetu juvenil de Bencic terminó por imponerse.

Igualdad absoluta de fondo de pista

Largos e intensos peloteos entre dos jugadoras que estructuran su juego en base a la agresividad con control, algo que solo las mejores pueden hacer. Tiros incisivos pero jugando con margen, fueron la tónica de todo el encuentro. Bencic jugó de tú a tú ante una Stosur que, sabiéndose ligeramente inferior a la suiza, aplicó golpes cortados y cambios de ritmo constantes.

Esto le sirvió para desesperar por momentos a Bencic, que claudicó en el tiebreak del primer set, tras momentos de gran tensión e igualdad en el marcador. Resuelto en pequeños detalles el primer parcial, la helvética no se iba a arrugar. Aprovechó su mayor frescura de piernas para salir muy enchufada en la segunda manga, y lograr tomar ventaja pronto, para imponerse 6-3.

Stosur apretó mucho en los compases finales pero Bencic aguantó

Fue un duro golpe para la australiana verse abocada a jugar una tercera manga, y lo pagó. Bencic se mostraba imparable, y llegó a dominar por 4-0 el marcador. Sin embargo, se notó que Stosur está curtida en mil batallas, ya que aprovechó una mínima relajación de la suiza para meterse de lleno en el partido. Llegó a estar el marcador en 4-3 30-30, y la australiana se jugó una derecha que se escapó apenas un centímetro. Bencic parecía incapaz de ganar dos juegos más pero lo consiguió, produciéndose otra situación límite con 5-4 30-30, y otro drive de Samantha que se escapó por poquísimo.

La vencedora en Toronto alcanza así los cuartos de final, donde se medirá a Garbiñe Muguruza. Dos de las jugadoras más prometedoras del circuito buscando el pase a semifinales de Tokio, en lo que promete ser un duelo apasionante.