Verdasco llegaba a la segunda ronda del torneo de Moselle con la ilusión por bandera. El tenista español se tuvo que desplegar al fondo en la primera ronda para doblegar en tres sets al novel tenista alemán Alexander Zverev. Un partido más plácido tuvo su rival en octavos, Muller jugó contra Bedene en un partido que se decidió en dos sets que duraron una hora y cuarto. El despliegue físico en primera ronda fue mayor para el español, en edades los dos tenistas están muy parejos (Gilles Muller es un año mayor) y en el ranking Verdasco está dos peldaños por debajo de su rival. El partido no iba a ser inédito y tenía dos precedentes: el primero fue hace más de diez años donde Verdasco eliminó por tres sets a cero al luxemburgués; el segundo partido fue en Rolang Garros hace tres años con una nueva victoria del madrileño. El encuentro sería el primero lejos de un Grand Slam y los papeles no eran los mismo, Verdasco ya no estaba en la cresta de la ola. El favorito para pasar de ronda era Muller, a pesar de que Verdasco partía con la condición de octavo cabeza de serie.

Comenzó poniendo las bolas en juego Muller. El luxemburgués comenzó con saques que buscaban las líneas y se aventuraba a subir a la red. Verdasco también comenzó con intensidad el partido con grandes servicios, pero en vez de apostar por el juego de red, apostó por el de fondo. Los dos tenistas estaban jugando a un buen nivel. Verdasco intentaba restar a las líneas del pasillo para evitar las voleas de su rival. Muller, en cuanto podía, mandaba una bola al fondo para buscar la carrera al pie de la red. Las dos tácticas no surtían demasiado efecto en los restos y las bolas de break no llegaban. Así pasó el partido, entre servicio y servicio. La primera y única bola de rotura la tuvo Muller en el décimo juego. La bola tenía doble premio ya que la rotura equivalía al set. Verdasco apretó para levantar la bola y el primer parcial se decidiría en la muerte súbita. Aquí Muller metía mucha presión con el riesgo de su juego con las subidas a la red. Al madrileño le superaron las circunstancias y el buscar tanto las líneas provocaron que las bolas no siempre encontrasen la zona válida de la pista. Verdasco levantó una bola de set, pero Muller, impecable con las voleas en el tie break, se llevó la primera manga.

El primer set estuvo muy igualado. Tanto Verdasco como Muller se pudieron llevar el gato al agua. En la recta final fue el de Luxemburgo quien lo intentó con más intensidad y apunto estuvo de lograr la rotura. No lo consiguió, pero el tie break que hizo fue casi impecable y acabó poniendo la ventaja en su casillero.

La segunda manga comenzó con la misma intensidad que tuvo la primera. El guión era casi calcado: los dos tenistas, con buenos saques, cerraban los servicios con impecabilidad. Esta línea se difuminó en el séptimo juego. El borrador lo tuvo en su mano Muller que necesitó dos bolas de rotura para poner tierra de por medio entre él y Verdasco. Parecía que todo estaba perdido, pero el madrileño es un luchador nato y supo remar a contracorriente. Desaprovechó una bola de break en el décimo juego. Muller, en el mismo juego, tuvo un punto de partido que le desbarató Verdasco y el español, muy crecido, consiguió romper el servicio para igualar el set a cinco juegos. La moral de Verdasco estaba por las nubes y la del luxemburgués había caído en picado. Al igual que el primer parcial, este también se iba a decidir en la muerte súbita. La historia fue la misma: Muller se aprovechó de la presión que metía con sus excursiones a la red para conseguir tres mini roturas que a la postre fueron definitivas.

El partido fue una guerra sin cuartel para los dos competidores. Tanto Verdasco como Muller, dos veteranos en este deporte, dieron muestras de juventud haciendo un gran despliegue físico y arriesgando con sus golpes. Solo el excelso riesgo que tomó Muller le permitió subirse al tren que va directo a los cuartos de final. Verdasco poco a poco comienza a coger buenas sensaciones y en la recta final de la temporada seguirá buscando el pedal del freno para no caer más en el ranking. La victoria de Muller le convertirá en el rival de Gilles Simon o Roger-Vasselin.