Imparable. Así se mostró Sara Errani en su encuentro ante Zheng. En apenas 48 horas, el nivel de juego de la italiana ha cambiado radicalmente. Se le vio tremendamente insegura y errática en su duelo de octavos de final ante Zhang, y dos días después, jugando ante una rival muy superior a la otra china, como es Sasai Zheng, la italiana se creció y no dio ninguna oportunidad.

No hizo falta la épica a Errani

Especialista en partidos enfangados, de gran duración e intensidad, la de Bolonia impuso su tenis desde el inicio. Vivaz de piernas, muy decidida mentalmente y con tremenda ambición. Así salió a pista una Errani que era consciente del talento que atesora Zheng, y de que no podía dejarle entrar en el partido.

El público chino se las prometía muy felices, y asistía con gran motivación al encuentro. Pero pronto se vio que no iba a ser el día de Zheng. Nerviosa y muy precipitada, la china no encontró agujeros en el tenis de Errani, que se erigió en una muralla inexpugnable.

El primer set transcurrió a una velocidad enorme. Zheng no era capaz de coger la iniciativa, ni siquiera con su saque, y cuando lo intentaba mandaba la pelota fuera, golpeando siempre a la misma tarde. No se estaba moviendo bien Zheng, y eso es un auténtico sacrilegio ante una jugadora como Errani, experta en maximizar los defectos de los rivales y aprovechar sus virtudes.

El segundo set transcurrió por el mismo cauce, y sólo una cierta relajación de Errani y el orgullo de la china, permitieron que ésta no se fuera en bicicleta del pabellón. 6-0 6-1 fue el resultado final de un partido sin historia, que mete a Sara en semifinales. Un resultado exigible para ella teniendo en cuenta que es la tercera cabeza de serie del evento. Ahí tendrá a Allertova como rival, en lo que promete ser un apasionante partido.