Desde que Garbiñe Muguruza compite bajo la presión de ser finalista de un Grand Slam (Wimbledon 2015) los resultados le están dando la espalda. La gira estadounidense culminada con el cuarto Gran Slam del curso fue un desastre, cediendo siempre frente a tenistas de la fase previa. Decidió cambiar el rumbo a su carrera con una importante decisión: romper su relación con Alejo Mancisidor. Nuevas ideas y nueva motivación.

Ahora en su ruta por Asia, acompañada por Sam Sumyk (exentrenador entre otras de Victoria Azarenka y Eugenie Bouchard), parece estar remontando el vuelo. En Tokio fue apenada por la gran sensación del curso, Belinda Bencic. Y hoy, en Wuhan, ha arrancado con un triunfo incontestable (6-2 y 6-0) frente a Sloane Stephens, una de las esperanzas del tenis estadounidense. En octavos de final Muguruza tendrá un obstáculo que medirá de verdad su nivel: Ana Ivanovic.

Garbiñe, en su versión más reconocible

El comienzo fue duro para la hispanovenezola. Pese a que saltó a la pista con las ideas claras, Stephens también tenía claro su guion. Y eran muy similares. Atacar desde el fondo de la pista. El encuentro en el inicio fue una guerra de golpes profundos, de ataques al resto que proporcionaran un winner o un rápido error de la rival. Los primeros apuros fueron para Muguruza, aunque salió exenta (1-1) tras salvar dos bolas de break.

Y esa fue otra de las claves del encuentro. Stephens dejó con vida a Garbiñe y esta no tuvo piedad en el siguiente juego, logrando abrir brecha rápidamente (3-1). El quinto juego, el más largo del partido, se erigía importantísimo para las aspiraciones de la estadounidense, y logró apuntárselo tras una encarnizada batalla. Parecía que podía ser un punto de inflexión para Sloane, pero no fue así. Garbiñe, tan agresiva como siempre, aceleró una marcha y encadenó tres juegos consecutivos para cerrar el acto.

Segundo set perfecto de Muguruza

La quinta cabeza de serie no se relajó con el encuentro encauzado, sino que hizo más fiables todas sus armas. Sobre todo el servicio, con el que tan sólo dejó escapar un punto (90% con el primero y 100% con el segundo saque). No solo eso. Su derecha castigó en exceso a Stephens. Garbiñe restaba y conquistaba el punto, ante la desesperación de la estadounidense que arrojó pronto la toalla. La tenista nacida en Caracas logró un rosco (6-0) cediendo tan solo tres puntos en todo el set. Un altísimo nivel que Garbiñe deberá refrendar en octavos ante la serbia Ana Ivanovic.

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Sobre el autor
Alberto Puente
Redactor en Tenis VAVEL. Pasé seis meses en MARCA. Colaboré en la revista mexicana TennisLife y en Industria del Tenis. Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid.