Después de una semana de tenis de altos vuelos y estrellas emergentes, la Copa Davis junior llegaba a su último día de competición. La Caja Mágica, con más ambiente que en días anteriores, era el escenario de lujo sobre el que se batirían las dos selecciones más fuertes: Canada y Estados Unidos.

Los norteamericanos llegaban a la final con el cartel del favoritos al cuello. Liderados por Felix Auger Aliassime y su fiel escudero, Denis Shapovalov, los canadiense no habían cedido ningún partido en su camino a la última ronda.

En la otra esquina, la Alemania de Nicola Kuhn. El excelso nivel demostrado por la joven promesa germana, se presumía como la mayor de las amenazas para el equipo canadiense. El duelo, personalizado en las figuras de Aliassime y Kuhn, estaba servido.

Shapovalov no encontró oposición

Antes del esperado choque entre las dos estrellas del torneo, sus gregarios se veían las caras en un partido que decidiría el primer punto de la final. Sobre el papel, el canadiense Denis Shapovalov era claro favorito, y los pronósticos no fallaron.

Como ya ocurriese en las semifinales contra Japón, el alemán Marvin Moeller salió dormido al partido. En un abrir y cerrar de ojos, un inspirado Shapovalov se apuntaba el set por 6-1. Por si fuese poco, Moeller tuvo que ser atendido por el fisio.

No obstante, cuando parecía que el partido no iba a tener ninguna historia, el teutón despertó y pudo aguantar el ritmo de Shapovalov hasta el 4-4. En el noveno juego, Moeller no resistió más y cedió un break totalmente decisivo. 6-1 y 6-4, y primer punto para el casillero de Canada.

Nicola Kuhn al rescate

Tras el descafeinado primer partido, el Estadio 3 se iba llenando para presenciar el duelo más esperado del torneo. El choque entre los dos números uno, entre las dos mejores raquetas precoces del planeta. Felix Auger Aliassime contra Nicola Kuhn; Nicola Kuhn contra Felix Auger Aliassime.

Nicola Kuhn (Fotografía: Copa Davis)

El partido no defraudo, y ambos jugadores ofrecieron un nivel difícil de imaginar en tenistas de 15 años. Sin embargo, a lo largo de la semana, daba la sensación de que Kuhn estaba un paso por encima del resto, y, a pesar de las molestias físicas, esto se tradujo en una trabajada victoria por un doble 6-3. Kuhn, con estatus de ídolo en la Caja Mágica, mantenía con vida la esperanza teutona.

Canadá sentenció en el dobles

No era tiempo de especulaciones, y los mismos cuatro tenistas que habían jugado los individuales, serían los encargados de saltar a la pista en el fatídico partido de dobles.

Kuhn y Moeller tenían ante sí el tremendo reto de doblegar a la pareja campeona del US Open junior, la formada por Aliassime y Shapovalov.

El primer parcial tuvo un claro sabor canadiense. En el segundo, Alemania, una vez más liderada por Kuhn, reaccionó y consiguió empatar el partido a un set.

Empezó entonces uno de los momentos más bonitos de la Primera Copa Davis junior en la historia de Canadácompetición. Un ambiente mágico envolvía el tercer set, la mayoría de los jugadores de otros equipos se encontraban en la pista, y la rivalidad quedaba a un lado para vivir la magia del tenis Sin embargo, las diversas molestias de Kuhn terminaron por hundir a una Alemania que se quedó con la miel en los labios. Canadá cerraba por 6-3, 3-6 y 6-2 y se convertía en campeón de la Copa Davis junior por primera vez en su historia.

(Fotografía: Diego G. Souto)

Como no podía ser de otra forma, Nicola Kuhn fue nombrado "mejor jugador del torneo", en una emotiva ceremonia de premios presidida por Manolo Santana y Alberto Berasategui.

Acaba así una semana de tenis e ilusiones que completa el slogan del Mutua Madrid Open, pues "aquí hay magia", pero también "hay futuro".

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